La Secretaría del Trabajo un engranaje más de la causa de la miseria en México
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 841 noviembre 9 de 2015
Los sindicatos que se venden al patrón con la bendición del gobierno, son la causa de mucha parte de la miseria en México. ¿Hasta cuándo tendremos un gobierno eficiente y decente?
Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo, es al igual que el presidente, un engrane más de la maquinaria corruptiva que mantiene en la miseria y al filo del hambre a más de la mitad de los mexicanos. Prueba de ello es que las empresas más importantes del ramo del vestido como ADIDAS, PUMA, American Eagle, Walt Disney, PVH, NIKE, New Balance y Patagonia entre otras muchas, se han inconformado directamente y por escrito al Secretario del Trabajo Alfonso Navarrete Prida, debido a los contratos colectivos de trabajo de sindicatos de protección al patrón, mismos que mantienen sueldos de hambre a sus trabajadores, haciendo un frente de competencia desleal que contradice los acuerdos firmados por México con la OMT (Organización Mundial del Trabajo), y razón principal de que los trabajadores en México estén prácticamente en la miseria.
Los sindicatos blancos o a modo amparados por el contubernio con el gobierno, permiten que el trabajador mexicano esté en una miseria rampante, beneficiando al patrón porque nuestras políticas laborales se han establecido –por el gobierno priísta sobre todo- para favorecer al patrón y para mantener una cantidad de pobres lo suficientemente grande para que sean, por un lado, controlados por sus líderes sindicales, absolutamente deshonestos, y para acarrear votos al partido que ampara el presidente Peña Nieto. En Coahuila, para no ir tan lejos, los líderes sindicales mineros y de todos los ramos de la metalmecánica y hasta de los meseros, los manejan sindicatos de la CTM, la CROC y otros que pertenecen al PRI, y ellos se encargan mediante contratos colectivos vendidos al patrón, mantener la miseria como un factor del voto favorable al partido en el gobierno, generando miseria, corrupción y opacidad en los comicios.
Pondré un ejemplo en La Laguna que es para avergonzar al más cínico. Hace 53 años vine a vivir a La Laguna, el líder de la CTM entonces en Torreón era Leobardo Flores y aún lo es; en La Laguna de Durango, era Ibarra Rayas, este dejó de ser líder por la sencilla razón que se murió, si no, seguiría exprimiendo a los trabajadores para su beneficio y el de los patrones. Esto a mi parecer es la principal causa de la miseria en La Laguna, ello independientemente de que los gobernadores en los últimos 45 años, en ambos estados, ven a los laguneros como sus sirvientes. De esto hay pruebas, los líderes de los partidos PRI y PAN en La Laguna, brillan por su ausencia, los grupúsculos que manejan ambos partidos han sido domesticados por los gobernadores, al grado que los han hecho sumisos y conformistas que se consuelan con migajas que les arrojan al suelo como si fuesen gatos o perros. Esto es comprobable: ¿Quién maneja el grupo priísta más importante en Torreón y en La Laguna de Coahuila? Nadie o casi nadie.
Desde que Flores Tapia gobernó hasta Rubén Moreira, los líderes de esos grupúsculos prístas se han conformado con puesto menores pero siempre al servicio de su patrón, el señor gobernador.
Regresando al asunto de los sindicatos gobiernistas que venden a sus trabajadores al patrón como si fuesen chivos o vacas, en Coahuila hay dos regiones dominadas por esta clase de sindicatos; La Laguna y la zona carbonífera, ahí es donde los líderes y los políticos se hinchan de dinero vendiendo los contratos colectivos a los patrones, por eso y mucho más, no me extraña que las empresas más importantes del ramo del vestido se haya dirigido directa y personalmente al secretario del trabajo Alfonso Navarrete Prida para inconformarse, y por ello me pregunto: ¿Cuándo los trabajadores harán un frente suficientemente amplio y fuerte para revertir esta política laboral de hambre que el nefasto binomio Gobierno/Patrones tiene establecida desde ya hace muchos decenios?. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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