México puede convertirse en la inspiración para que el mundo se atreva a soñar

México puede convertirse en la inspiración para que el mundo se atreva a soñar

 Junio 28 del 2014

¿Quién puede creer que México pueda convertirse en la inspiración para que el mundo se atreva a soñar? Solo orates y lerdos, no más, por ello creo que la señora Cristina Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional, Peña Nieto y Luis Videgaray, así nos ven, orates y lerdos.

Esta frase que suena algo estúpido y falaz la pronunció Cristina Lagarde, presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue en un informe del FMI sobre la situación de México, promovida en un folleto de la Secretaría de Turismo, presidida por una sobrina de Carlos Salinas de Gortari, de apellido Ruiz Massieu. Como vemos, la gente de arriba se niega a voltear hacia abajo y para ellos todo es Jauja; me refiero a los políticos y funcionarios públicos mexicanos y a la presidenta del Fondo Monetario Internacional, una suerte de explotadores y vividores que moran a sus anchas, en amplias y lujosas mansiones a costa de los que menos tienen.

¿Puede México convertirse en una inspiración para el mundo en lo inherente al bien vivir de la ciudadanía? ¡Claro que puede!... pero es más fácil que mi tía –si tuviera ruedas- fuera bicicleta. Lo primero que tendría que hacer nuestro gobierno es salir del último lugar de América Latina, en donde hasta Haití nos supera en crecimiento; lo segundo que se requeriría para ser un ejemplo a soñar por el mundo, es que de un solo golpe se infartaran todos los políticos y los funcionarios públicos que nos han llevado al desastre; que se infartaran y quedaran lisiados de por vida para que otros menos antipatriotas, más aptos y menos ladrones ocuparan sus lugares, así podríamos empezar de nuevo, una nueva vida, tratando de que México sea uno de los países más progresistas de América Latina, no de América del Norte, porque de esta zona jamás vamos a salir del último lugar. Lo del último lugar en América Latina no lo digo yo, lo dicen las estadísticas.

Lo dicho por la señora Lagarde fue para ser amable con sus anfitriones, el señor Peña Nieto y Luis Videgaray, y para darles a estos dos, -una cucharada de su propia medicina- el atole que ellos nos dan con el dedo a todos los mexicanos en cada declaración harta de sandeces. También para decirles en lo corto –sin que nosotros los del pueblo, nos enteremos- que a México se lo está llevando el carajo y que es urgente que El Fondo Monetario Internacional “nos preste otros 78 mil millones de dólares (Otro billón de pesos más, sumados a nuestra deuda) por si las moscas, por si alguna crisis recurrente como todas las que hemos tenido durante treinta años, se pone de más roñosa y nos complica un poco más nuestra existencia.

La mentirosa señora Lagarde también dijo que está impresionada por la solidez de nuestra economía y estabilidad social, cuando en la realidad, México resalta como uno de los últimos países en crecimiento económico, en seguridad social, y siempre destacando por debajo de la media internacional, por ocupar los últimos escalones en materia de empleo, ingreso y bienestar, pero los primeros en la concentración en unos cuantos oligarcas y no pocas trasnacionales, la riqueza y el ingreso nacional. Somos el país más injusto del mundo, en donde la brecha entre ricos y pobres es la más ancha, entonces, ¿somos un buen ejemplo para que el mundo sueñe?

Por supuesto que no, esa patraña, la señora Lagarde, Peña Nieto y ni “el mejor secretario de hacienda del mundo”, Luis videgaray, se la tragan, ¡ah!... pero eso sí, quieren que nosotros nos la traguemos para indigestarnos con sus mentiras, porque México nunca ha sido, no es ni será jamás, algo que haga que el mundo se inspire en nuestro país, y menos con esta gente procaz, corrupta e inepta que nos gobierna. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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