Dossier ahpd 622 diciembre 22 de 2014
México es una enfermedad y los casos de Tlatlaya e Iguala/Ayotzinapa son apenas los síntomas. Es la visión de Arturo Pérez-Reverte, un escritor y periodista español que conoce bien a México. Alguien tiene que decidir a quienes amputar de este gobierno por considerárseles una lacra.
En una magistral entrevista que Carmen Aristegui hizo a Arturo Pérez-Reverte, este escritor y afamado corresponsal de guerra, le dijo que México es una enfermedad y que el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa es apenas un síntoma, cuestión en la que todo analista lúcido estaría de acuerdo. Particularmente veo como síntomas graves de las enfermedades de México como nación, a Enrique Peña Nieto, a Mercedes Juan López, secretaria de salud, a Emilio Chuayffet Chemor secretario de educación, a Pedro Joaquín Coldwell secretario de energía y presidente del Consejo de Administración de PEMEX. También veo como síntomas graves a Jesús Murillo Karam procurador de justicia de la nación y a Miguel Ángel Osorio Chong secretario de gobernación, a Salvador Cienfuegos secretario de defensa y al almirante Vidal Francisco Soberón secretario de la marina. Son síntomas sexenales que han atrasado a México en materia política.
Con todos estos síntomas podemos contemplar a nuestro México muy enfermo y la solución a estas enfermedades se ven muy distantes y difíciles de combatir. Terminando este sexenio, si es que sus protagonistas en el gobierno continúan en sus puestos, no existen garantías que las cosas mejoren, los síntomas pueden ser peores, hay que recordar que hay una ley, la de Murphy que nos garantiza que si algo está mal es muy probable que empeore. En concreto: “Si algo va a salir mal, seguro que así será.” Este panorama endémico lo hemos padecido desde hace 32 años (1982), Miguel de la Madrid fue el primer síntoma que diagnosticamos de la grave enfermedad que ahora nos aqueja. En cada sexenio todo fue empeorando desde entonces hasta llegar a Peña Nieto, en donde todo el panorama es insoportable. Los síntomas de Ayotzinapa y Tlatlaya sumados al cinismo y desvergüenza del procurador Murillo Karam, así nos lo indican.
Los deterioros en los rubros sociales no son todos los síntomas de gravedad, también la economía los muestra. La caída abrupta de los precios del petróleo no coteja proporcionalmente con la baja relativa de la demanda, ¿es esto una enfermedad de México o un síntoma? Es un síntoma que nos muestra que México está muy enfermo y su cuerpo en la parte gubernamental está gangrenado y hay necesidad de una o varias amputaciones, y… ¿alguien en este momento se atrevería a amputarle al gobierno federal a algunos de los secretarios de gobierno que son las lacras que laceran el corpus nacional? No lo sé pero sería saludable que la cabeza del corpus gubernamental, el señor Peña Nieto se decidiera a amputarle a su pésima administración, por lo pronto, tres lacras, Murillo Karam, Rosario Robles y José Antonio Meade Curi-breña, no menos, porque si permanece estático ante los hechos, más tarde se perdería incluso la cabeza.
Deshacerse de los tres mencionados debería, por mínima obligación, venir acompañado de solucionar los problemas de Ayotzinapa y Tlatlaya, y aclarar el feo caso de La Casa Blanca.
Si es mucho pedirle al gobierno que empiece a enderezar el rumbo tomando algunas decisiones emergentes que pudiesen considerarse urgentes, y Peña Nieto o quienes le aconsejan consideran mejor continuar tal y como lo han venido haciendo estos dos terribles años, la responsabilidad de los acontecimientos pretéritos, ineludiblemente son del propio Peña Nieto y los posteriores también, y eso se me hace demasiada carga para este gobierno tan debilitado por la falta de credibilidad que el pueblo le dispensa y la antipatía que se siente por Peña Nieto, debido a La Casa Blanca de las Lomas y las falsarias explicaciones que dio su esposa a los medios de comunicación. Si Peña Nieto no se pone las pilas y toma una decisión ya, las condiciones del país, del Estado y del gobierno, por ende del pueblo, podrían empeorar. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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