TODOS SOMOS AYOTZINAPA; Noam Chomsky

TODOS SOMOS AYOTZINAPA; Noam Chomsky

Dossier ahpd 624                                                                           Diciembre 23 del 2014

¡TODOS SOMOS AYOTZINAPA!; Noam Chomsky. Este es otro grito de las voces internacionales que se suman a la de los padres de los 43 desaparecidos por el estado mexicano en Iguala. Jóvenes que estudiaban en la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. El fusilamiento de 22 en Tlatlaya por el ejército mexicano, y lo de Iguala/Ayotzinapa fueron las gotas que derramaron el vaso de la tolerancia de un pueblo acostumbrado a llevar siempre la cabeza baja.

Mucho me sorprendió ver el nombre de Noam Chomsky en una manifestación a favor de la resolución del caso Ayotzinapa, y es que el caso no es para menos; la brutalidad perpetrada por el Estado mexicano, mereció la atención de este intelectual de talla mayor, quien junto a otros de sus pares, se pronunció en Nueva York, contra el Estado mexicano de la siguiente manera:

“Condenamos los asesinatos y violaciones de los derechos humanos perpetrados por el gobierno de México y los cárteles del narcotráfico ligado al gobierno” Y declaramos ¡Todos somos Ayotzinapa!... La campaña por la paz y la democracia en una declaración a la que se sumaron Noam Chomsky, Medea Benjamín, cofundadora del Grupo Activista Código Rosa, y Daniel Ellsberg, quien reveló los papeles del Pentágono sobre la Guerra de Vietnam en 1971, entre cientos más. Chomsky afirmó con firmeza que EEUU está profundamente implicado en esta situación, debido a los acuerdos militares que se tienen con las fuerzas armadas y el gobierno de Peña Nieto para llevar a cabo actos de represión en México con un pretexto: “La Guerra contra el Narcotráfico”.

Vicente Fox estaba a punto de firmar el PLAN MÉXICO que representaba la militarización de nuestro país para contener las protestas y evitar que ALGUIEN que no fuera del gusto y conveniencia de EEUU y de sus intereses, llegase a la presidencia de la república. Se negó pero se prestó al fraude electoral del 2006 para entronizar al carnicero de Felipe Calderón en Los Pinos, al igual que hizo Calderón en el 2012 con Peña Nieto. Otro fraude electoral diseñado por analistas de EEUU con planes de compra de votos en los que involucraron a la empresa financiera Monex y a la cadena de tiendas comerciales SORIANA, propiedad de las familias laguneras, Martín Bringas y Martín Soberón, y dirigida por Ricardo Martín Bringas.

La política de EEUU tiene un pie encima de la cabeza de Peña Nieto y del grupúsculo de maleantes que le aconsejan y dirigen, y esto está pactado con la firma del presidente Calderón en el Tratado “Iniciativa Mérida” en el que el gobierno de México se compromete a militarizar el país y a contener todo tipo de protestas que pongan en riesgo los intereses enormes que EEUU tiene en nuestra nación, y a hacerlo bajo el esquema denominado “La Guerra contra la Delincuencia Organizada”, un invento del pentágono para irle metiendo a los mexicanos de la oligarquía, en su cabeza, la necesidad de la militarización. Así y no de otra manera es que en el sexenio de Calderón hubo más de 90 mil ejecuciones extrajudiciales, algunas de ellas peores que las de los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa, y 38 mil desaparecidos. La cuestión es que estos dos asuntos terribles, fueron la gota que derramó el vaso de la tolerancia de los mexicanos con la cabeza gacha.

Tenemos que entender que Peña Nieto es parte del problema y no de la solución, de ahí lo complicado, legalmente, para resolver este problema. Peña Nieto fue puesto ahí en la presidencia, por unos mercaderes de la política para hacer grandes negocios, como los de privatizar los energéticos -CFE y PEMEX-, la construcción del aeropuerto en la Cd. De México y del Tren Querétaro/México. Negocios torcidos para beneficiar a la clase dominante y a algunos de sus cómplices como los empresarios Claudio X. González, Alberto Bailleres, Germán Larrea, Emilio Azcárraga y otra treintena de empresarios que se han enriquecido en base a pellizcarle al erario lo que se pueda y a hacer obras suntuosas en las que porcentajes superiores incluso al 50% serían las utilidades programadas fraudulentamente, por el secretario de Hacienda y otros allegado al presidente, con la venia y tolerancia del propio Peña Nieto, quien sin lugar a dudas sería uno de los beneficiarios de dichas obras fastuosas pero innecesarias en estos momentos de crisis económica y moral por la que México atraviesa. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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