Ya en otro escenario el PRI en Mazatlán, discute sobre ética, precisamente de lo que carece
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1515 Agosto 11 del 2017
Ya en otro escenario el PRI en Mazatlán, discute sobre ética, precisamente de lo que carece, sin embargo ese es el tema y no tocaron el punto de la corrupción. Manuel Andrade ex gobernador de Tabasco y colaborador de Roberto Madrazo dice no temer que la gente se alebreste por lo de Javier y César Duarte, lo de Borge Angulo y La Casa Blanca de Peña Nieto. Él asegura que “la gente es muy noble y perdona todo”, nos cree unos pendejos.
De este Congreso priista que se está dando en diferentes ciudades, la ciudadanía no espera nada bueno e incluso los dirigentes del PRI tampoco esperan nada que pueda resolver el grave problema en el que está metido. El voto ciudadano libre le ha sido adverso en varias elecciones pasadas incluyendo la de junio 4, por lo que será difícil enderezar el rumbo hacia el 2018.
El ambiente que priva en Mazatlán es el de los participantes en las mesas de discusión que para nada están a gusto porque preferirían estar en Campeche o en Zapopan donde se discuten La Visión de Futuro, Los Estatutos y los reglamentos para mantenerse en el poder. Están a disgusto discutiendo sobre ética porque no ignoran que es un rubro que olvidaron ya hace años. Ya entrada la noche se les presentó Ochoa Reza para platicarles lo discutido en otras mesas en Campeche y en Zapopan y terminó sus arengas con el clásico “Vamos a Ganar”. Y le echó tres vivas al PRI y otras tantas a Peña Nieto. La realidad es muy otra, el PRI está podrido y todos los priistas lo saben y no ignoran que los mexicanos repudian al presidente y que incluso en Chiapas fue recibido piedras en mano y lo declararon persona no grata. El problema que asumen como suyo no es solo Peña Nieto y sus deshonestidades y su ineptitud para llevar a buen puerto a México, ni tampoco los gobernadores rateros que son todos los del PRI. Se perciben a sí mismos odiosos y odiados.
Los delegados asistentes a Mazatlán reclaman espacios y comportamientos de sus dirigencias y quien encabeza las mesas de discusión, Fernando Moreno Peña ex gobernador de Colima, los trata de calmar con respuestas huecas. No le creen porque saben que ha sido acusado por la oposición infinidad de veces como un mapache electoral y por desviar cuantiosos recursos del erario de Colima, también pesa en su contra, y todos los delegados lo saben, que un sobrino suyo fue el autor intelectual del asesinato del ex gobernador Silverio Cavazos en el 2010, por lo que no se apareció en la mesa en la que se discutía la trasparencia y la honestidad como ética del partido. Se le vio siempre acompañado de otra igual que él, la senadora Graciela Ortiz, quien fungió como segundo poder político al lado de César Duarte de Chihuahua, otro de los gobernadores rateros.
El problema dentro del PRI es mayúsculo pero más lo es para México y los mexicanos que el PRI siga gobernando, así que mis comentarios solo se circunscriben a lo que pasa en el PRI y lo que es deseable y necesario para que nuestro país avance de nuevo por la senda del desarrollo y progreso y terminar con la infausta disparidad socioeconómica entre ricos y los políticos con la inmensa mayoría de los ciudadanos, lo que ya no sienten lo fuerte sino lo tupido, en cuanto al abuso y el saqueo que los priistas perpetran con ellos y contra el erario.
Nadie pone en duda que los males del país provienen del PRI por su enorme corrupción y la impunidad que lo cobija. Los priistas son los primeros en saberlo y los últimos en reconocerlo.
Partiendo de esos puntos consabidos, la dirigencia del PRI vive en la zozobra y el desconcierto por lo que de seguro en esta Asamblea Nacional, nada excepcional va a resultar y las condiciones políticas de ese partido seguirán siendo precarias. Esto precisamente es lo que alienta a los ciudadanos para que se perciba un cambio verdadero y suponer que quien gobierne después del 2018 no sea alguien del PRI, cuestión que ya es ganancia porque el que gobierne, por más malito que sea, nunca será tan malo y nefasto que un priista.
Ahora y por lo pronto, se espera que se resuelvan los dos fraudes electorales con los que el PRI pretende fortalecerse, el de Coahuila y el del estado de México. Es muy probable que el PRI en contubernio con el PAN y el PRD logre quedarse con la gubernatura del estado de México, porque es del interés del PRI, PAN y PRD, cerrarle el paso a MORENA. El PAN se quedará con el gobierno de Coahuila el que no le veo razones para que no gane cuando se lleve a cabo la próxima elección, luego de ser anulada la del 4 de junio debido a las trampas y trapacerías que cometieron Rubén Moreira y Miguel Riquelme. Así las cosas. O, ¿usted qué opina, apreciable lector.
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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