El Frente Amplio Opositor si se logra consolidar no promete un cambio verdadero,
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1512 Agosto 10 del 2017
Ahora los mexicanos mejor informados por las redes sociales, los que no necesariamente tienen buena información. Esto creció exponencialmente, la desconfianza en los gobernantes, los que por regla general siempre han sido sinvergüenzas, cínicos y pillos. Hoy no se cree en ningún político y en ninguna institución de gobierno, por ello la tendencia es la de mutatis mutandis (cambiar todo lo que se debe cambiar), empezando por la presidencia.
El Frente Amplio Opositor si se logra consolidar no promete un cambio verdadero, porque la mayoría de quienes lo componen, son políticos, y la clase política está podrida y el sistema político está totalmente agotado. ¿Cómo creer que los políticos cambien para beneficiar al país y a los ciudadanos? La única salida promisoria es cambiar todo lo que se debe cambiar.
Siempre, de parte de los mexicanos, ha existido un recelo contra los políticos y funcionarios públicos, las razones son obvias y han estado a la vista, pero en los últimos años han emergido dos fenómenos clarísimos. Uno.- Que los políticos y funcionarios públicos son más descarados y más sinvergüenzas, y si a ello le agregamos que la impunidad llegó para quedarse a partir del gobierno de Carlos Salinas hasta nuestros días, lógico es que los ciudadanos sean más desconfiados. Hay un dicho muy antiguo que reza: “El burro no era arisco, lo hicieron”. Y dos.- Qué llegó el internet y las redes sociales están más y mejor interconectadas con la realidad, la que no pocas veces es distorsionada. Por esto es que el mexicano en su mayoría desconfía del gobierno y de quienes están al frente de nuestras instituciones, y reclama un cambio, el mutatis mutandis, que es lo mismo que cambiar todo lo que deba cambiarse, cuestión evolutiva por necesidad.
Para no irnos tan atrás, analicemos cuales fueron y han sido las promesas de campaña de Peña Nieto, las que incluso firmó ante notario público. Todas las incumplió y a pesar de ello ha dicho que las reformas estructurales que está llevado a cabo en varias materias, son con el fin de beneficiar a los mexicanos –alguna vez dijo, primero a los pobres- sin embargo todo ha sido una farsa y un descaro escandaloso, el que Peña Nieto y sus corifeos han tratado de encubrir por los medios tradicionales (TV-Radio-Periódicos-Revistas). Hoy nadie cree en los medios y menos en el gobierno, porque los políticos y funcionarios públicos y en veces sus ligas con la clase empresarial, han mostrados sus uñas que lo mismo rasguñan al erario que a la ciudadanía. Ya que Javier Duarte, Humberto Moreira y su hermano Rubén, César Duarte, el propio Peña Nieto con su Casa Blanca, Borge Angulo, y decenas de altos funcionarios de gobierno que han robado desmesuradamente, y no solo eso, han mostrado su ineptitud y mala fe. Estas no son pocas razones para desconfiar del presidente, los gobernadores y de las instituciones todas.
Tenemos enfrente, al Frente Amplio Opositor (FAO) que se está intentando armar con una serie de personajes variopintos, entre los que se hayan una mayoría de políticos, por eso y por experiencias de todos conocidas, el Frente Amplio Opositor tiene, y tendrá si se lleva a cabo, dos vertientes, de amplio espectro. Una la que desea cambiar para que todo siga igual, acogiéndose al gatopardismo ampliamente conocido por los políticos, que tienen de libro de cabecera Il gatopardo, obra de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en que se lucha por un cambio para que todo siga igual.
La otra vertiente es la que se encamina por el Mutatis Mutandis, para cambiar todo lo que se debe cambiar. Esta segunda vertiente no necesariamente vencerá al gatopardismo, porque los intereses en juego son demasiados. El mal está enraizado en el ADN de la clase política. Muy difícil será que esta clase de mexicanos –deleznables por cierto- acepte un cambio verdadero porque no son gentes que hayan hecho nada por los intereses de los mexicanos ni de la patria. El pueblo, los de abajo y las clases medias, no confían en el gobierno ni en ninguna de sus instituciones, ni de quienes están al frente de dichas instituciones incluyendo la presidencia y al presidente. Tampoco ellos creen en sí mismos, ni de que sea posible un cambio verdadero sin ver afectados sus intereses, y los de su partido y de sus partidarios. ¿A qué y a donde nos lleva el Frente Amplio Opositor si logra consolidarse? A estadios poco promisorios, ¿por qué? Lo veremos adelante.
Una mayoría de quienes intentan llevarlo a cabo son políticos, y la clase política está muy desprestigiada y con mucha razón, y porque a simple vista le quieren arrebatar el poder al PRI y cerrarle el paso a MORENA. Son del PRD y del PAN y solo unos cuantos son de la izquierda de verdad, los que tampoco comulgan con López Obrador, porque lo consideran un líder monolítico -lo dicen ellos- y que no está dispuesto a sumarse a esos partidos por considerarlos parte de la mafia en el poder. La cuestión ineludible es que el sistema político imperante está totalmente agotado, por lo que hay que acabar con él de raíz. Nadie de los participantes del Frente Amplio Opositor espera nada bueno para los ciudadanos. Esto nos lleva a una sola salida, la de cambiar todo lo que haya que cambiar. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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