martes, 26 de septiembre de 2017

Gerardo Ruiz Esparza dice: “Si hubo errores y omisiones en la construcción del Paso Exprés son los culpables los que deben hacer frente, y no resolverlo con “un sacrificio político”.

Gerardo Ruiz Esparza dice: “Si hubo errores y omisiones en la construcción del Paso Exprés son los culpables los que deben hacer frente, y no resolverlo con “un sacrificio político”.

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1530   Agosto 24 del 2017
Gerardo Ruiz Esparza dice: “Si hubo errores y omisiones en la construcción del Paso Exprés son los culpables los que deben hacer frente, y no resolverlo con “un sacrificio político”. Lo dice por los cuestionamientos de senadores y diputados del PAN y de MORENA que han pedido su renuncia. No cabe duda alguna que el cinismo es el sello de este gobierno.
Si ponemos en el plato de una balanza la renuncia de Ruiz Esparza y el fraude electoral pretendido por el PRI en Coahuila, y en la otra las pérdidas o las ganancias del PRI en estas dos acciones, llegaríamos a una conclusión inequívoca, de que el PRI saldría perdiendo en caso de que el PRI y Peña Nieto se enterquen en salirse con la suya. Bueno, así es como lo veo.
Como secretario de comunicaciones Gerardo Ruiz Esparza ha perpetrado una y mil fechorías y no solo por el caso del Paso Exprés que dejó dos muertos y que se infló a más del doble el costo que se presupuestó originalmente; Ruiz Esparza como otros miembros del gabinete, están ligados a los fraudes con OHL, con la empresa HIGA que le obsequió a Peña Nieto y a Videgaray, sendas casas de lujo a cambio de contratos carreteros y de otras índoles, razones por lo que senadores y diputados de las bancadas de MORENA y del PAN han pedido su renuncia, la que este cínico sujeto y corrupto funcionario público, cree que es un “sacrificio político” el que él renuncie, cuestión que no sería un sacrificio sino una necesidad inherente a sus errores y corruptelas. Estoy cierto que Peña Nieto debió darle instrucciones de no renunciar ya que se le vendrían abajo otros negocios en los que se han hinchado sus bolsillos en base a componendas entre Ruiz Esparza y los operadores de las empresas constructoras, de las que no es ajena la compañía ODEBRECHT.
La diputada panista Minerva Hernández le dijo que no reparta culpas porque él es el responsable de la obra y por ello debe dejar el cargo. El diputado de MORENA Miguel Llerenas fue más allá al señalarle que debe de renunciar y además en base a dictámenes, debe decir quiénes son los responsables de socavón  en el paso exprés de la carretera  México Cuernavaca que dejó dos muertos. Si Peña Nieto tuviera vergüenza y fuera responsable en su cargo de presidente, no solo debería pedirle su renuncia sino además hacerle cargos por su ineptitud. No lo ha hecho ni lo hará porque carece de Vergüenza y es tan cínico como el propio Ruiz Esparza, sin embargo hay que seguir insistiendo en la renuncia de este funcionario corrupto e inepto, a menos que prefiramos continuar con este deterioro de nuestras instituciones.
Peña Nieto desde que fungió como gobernador del estado de México siempre le ha apostado a que con el tiempo se olviden sus desaciertos, como sucedió con sus criminales acciones en Atenco y en el asunto vergonzoso de La Casa Blanca, en el que utilizó a su propia esposa y a uno de sus allegados –Virgilio Andrade- para ser exonerado de toda culpa. Este tipo de acciones en las que se pretenden borrar los fraudes y los errores de los funcionarios en este sexenio incluyendo al presidente y a sus más connotados secretarios, lo que han logrado es que el ciudadano común deje de creer en el gobierno y en las instituciones. La falta de credibilidad en este gobierno se finca por sus pésimas y corruptas acciones, generando más impunidad de la que ya se había radicado en anteriores gobiernos, y esta y no otra, es la razón del desprecio y repudio de la gente al gobierno.
Retirar de su cargo a Gerardo Ruiz Esparza no es un “sacrificio político” y sí un indicio de que Peña Nieto haría lo pertinente, porque no son poca cosa las corruptelas y falta de oficio de este cínico sujeto. Si el presidente persiste en encubrir a sus funcionarios nos da a pensar que él está coludido con ellos, como fue el caso de la “Verdad Histórica” inventada en Los Pinos por Jesús Murillo Karam y el propio Peña Nieto para limpiar las culpas del ejército nacional en su participación activa en el horrendo crimen de Iguala que culminó con la desaparición de los 43 normalistas asesinados por el Estado mexicano. ¿Qué es más saludable para México, sacrificar a un funcionario corrupto, o sacrificar la verdad y la justicia?
Acciones como estas han minado la credibilidad de la presidencia de la república y con ello el que sea inviable recuperar el rumbo perdido de la nación. No es posible seguir tolerando a este gobierno si Peña Nieto persiste en no resolver los problemas uno a uno como se van presentando. Es un requerimiento ingente de parte del pueblo e incluso del mismo gobierno, que la impunidad deje de ser el eje rector de este régimen. ¿Acaso entenderán el presidente y sus consejeros que este tipo de acciones encubridoras de fraudes y equivocaciones de toda laya son las causas de que el régimen es un gobierno absolutamente fallido? O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

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