martes, 19 de septiembre de 2017

Decir que no todos en el PRI son deshonestos es una osadía

Decir que no todos en el PRI son deshonestos es una osadía


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1516   Agosto 13 del 2017
Cambiando de escenario pero sobre las mesas de trabajo del PRI en sus reuniones para encarar el 2018 hacia la presidencia, hablaré de lo que acontece en Zapopan, Jalisco en donde en La Mesa Nacional Visión del Futuro, se discute precisamente el futuro del PRI a partir de ya, pero de cara a las elecciones copiosas que habrá en el 2018 en la que se juega incluso la presidencia de la república. “No todos los priistas somos deshonestos” dijo alguien.
Decir que no todos en el PRI son deshonestos es una osadía, una farsa y una mentira. Todo el mundo lo sabe e incluso los priistas, que con este sistema político imperante e impuesto por el PRI, nada se mueve ni avanza si no es por medio de la corrupción. Hay dos presidentes que lo han reconocido, Miguel de la Madrid y Peña Nieto, entonces, para que ocultar lo obvio.
¿Y quién es ese alguien? Nada menos que el ex candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, la que perdió ante su primo Yunes Linares, me refiero a Héctor Yunes Landa. Decir que en el PRI no todos son deshonestos es una balandronada eufemística para encubrir a los que roban poco pero que desean robar mucho, como Javier y César Duarte, Beto Borge Angulo, Humberto y Rubén Moreira, el propio Peña Nieto y cientos de priistas multimillonarios a los que ya por sus condiciones de potentados, el PRI les vale madre, aunque sigan hablando primores del partido. El que no es ladrón en el PRI es por estúpido, ciego o lerdo, lo que ello lo convierte en deshonesto por omisión, ya que no es posible trabajar al lado de los ladrones y no enterarse de los enjuagues y triquiñuelas a las que recurren los que sí roban poco o mucho.
En la parte de este Congreso Nacional que se lleva a cabo en varias ciudades, le tocó a Zapopan tratar sus asuntos en una Mesa Nacional Visión del Futuro, en la que no se habló de nada relacionado con la deshonestidad de los priistas, por lo que el que Yunes Landa haya dicho que no todos en el PRI son deshonesto, no venía al caso, y es falso, porque todos son sinvergüenzas, deshonestos, rateros, cínicos e ineptos. Porque si fuesen aptos no se les descubrirías su raterías, las que hacen a lo buey, porque un ratero o un ladrón que se precie de serlo, no deja huellas tan diáfanas como las que han dejado los gobernadores mencionados, quienes ni siquiera supieron robar como marcan los cánones en el arte de hacerse de lo ajeno sin ser descubierto.
Textualmente Yunes Linares dijo –sin que nadie se lo preguntara-: “Hay que salir del estigma de que todos los priistas somos deshonestos”. Un estigma propiamente es una mancha hecha por quienes marcaron al esclavo con un hierro candente, también lo es un lunar u otra mancha corporal y estas como el estigma que marca a los priistas, no son posibles de borrar solo porque Yunes Linares lo diga. Ese estigma se lo pusieron ellos mismos por sus deshonestidades, trapacerías, ineptitudes y mala fe. La tienen marcadas con el hierro candentes en la memoria de los mexicanos, por lo que para borrarlas, necesariamente tendrían que desaparecer los priistas y el PRI, cosa deseable pero poco probable, porque el PRI aún se encuentra encarrerado por una serie de personajes circunspectos caracterizados por ser malhechores.
No creo que sea necesario mencionar a Beltrones, a Carlos Salinas, a Gamboa Patrón o al propio Peña Nieto que son algunos de los que le han marcado al PRI ese estigma con hierro candente.
Digo que es innecesario mencionar a unos cuantos cuando es sabido que todos los del PRI son iguales, unos menos rateros que otros pero rateros al fin. Los que no se han enriquecido porque personalmente no son rateros, porque los hay, no necesariamente son honestos sino por el contrario, son deshonestos porque sabiendo que unos roban, y que por ser sus compañeros de partido, no los denuncian antes las autoridades competentes, porque saben a ciencia cierta que dichas autoridades también son deshonestas y todavía peor, son ineptas. Quien no robó porque su conciencia se lo dictó, no se salva del mencionado estigma, ¿por qué? Porque son deshonestos por omisión, lo que los hace cómplices de los ladrones.
Las mesas de trabajo en este Congreso Nacional en Zapopan que están viendo por el futuro del PRI, lo que tendrían que hacer en caso que quieran salvar a su partido de ser señalados por la historia como sinvergüenzas y pillos, tendrían primero reconocer a viva voz que en efecto, son rateros y que procurarán no serlo más en el futuro, cosa que nadie se los creerá, porque quienes se caracterizan por ser ladrones y de que por este medio se han beneficiado, tendrían que reconocer también que los millones de mexicanos pobres han sido sus víctimas, lo mismo que los problemas sociopolíticos y de violencia que sufre el país en su conjunto. En suma la corrupción no se acaba por decreto y la impunidad menos aún, por lo que es necesario para paliar este problema, que no resolverlo de tajo, es que quienes gobiernen sean otros ajenos al PRI, y aun así es probable que las corruptelas amainen pero no terminen porque la clase política nacional está perdida, como el sistema que nos gobierna. Por ello, habría que generar un cambio de verdad en donde los honestos vayan ocupando los puestos de los corruptos a los que paulatinamente iremos expulsando si tenemos voluntad de hacerlo. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

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