martes, 26 de septiembre de 2017

Así como la confianza mata al hombre, según un refrán, también mata a los gobiernos como el de Peña Nieto...

Así como la confianza mata al hombre, según un refrán, también mata a los gobiernos como el de Peña Nieto...

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1570 Septiembre 24 del 2017
Así como la confianza mata al hombre, según un refrán, también mata a los gobiernos como el de Peña Nieto, al que nadie, incluso dentro de su propio círculo, le confía en lo que dice, que hace o que dice va a hacer. Después del sismo de 7.1 grados, la desconfianza afloró contra los gobiernos todos, empezando por el de Peña Nieto y, el del gobernador de Morelos. Nadie cree en Peña Nieto, en los gobernadores e instituciones. Lo muestra el temblor.
Las pifias y corruptelas de la clase política han sido las causas de la pérdida de confianza en el gobierno y las instituciones. Esta, la confianza como sine qua non, es indispensable para que el gobierno y la ciudadanía puedan marchar juntos y en unidad para un proyecto de nación y la construcción de un Estado soberano y progresista, sin embargo el gobierno no la recuperará.
Los artículos de primera necesidad donados por los ciudadanos para las víctimas de los terremotos, fueron desviados hacia el DIF para ser distribuidos. Los centros de acopio y remesas de empresas y particulares no llegaron a los destinos que los donantes decidieron sino que fueron requisadas para llevarlas a bodegas centralizadoras, para que el DIF las distribuyera. Hubo una cantidad de inconformes que dijeron preferir repartir personalmente las ayudas, prueba que no existe ni la mínima confianza en el gobierno y sus instituciones, desconfianza ganada a pulso por las malas artes y las peores mañas de la clase política.
Hoy la prioridad es rescatar los cuerpos de las víctimas vivas y muertas, y mañana si el pueblo decide seguir organizado, se rescatarán las instituciones y los propios gobiernos de las manos ineptas y corruptas que los ostentan. Esta idea no es nueva, el pueblo organizado y desencantado del gobierno, en el 2010 votó en contra del PRI y así fue como infeliz y desgraciadamente –para nuestra mala suerte- llegó Vicente Fox a la presidencia. Esta experiencia aunque traumática nos enseñó que la voluntad de las mayorías puede imponerse y sobreponerse a cualquier circunstancia adversa. Si los daños causados por los terremotos son muchos y cuantiosos en vidas y en pérdidas materiales, pero estos daños son circunstanciales y pasajeros, sin embargo el daño que nos ha hecho este gobierno y los cinco anteriores, ya se ha eternizado y nos ha llenado el buche de maíz y nos estamos ahogando, de ahí es que considero que si la ciudadanía, sobre todo los jóvenes, siguen unidos en las tareas del rescate de víctimas del sismo, ahora se aboquen a rescatar a México de las manos inmundas que nos gobiernan.
Pruebas de estas manos inmundas que nos gobiernan y que es la causa de nuestra desconfianza en el gobierno y en las instituciones, son muchas, y una de ellas se mostró acá en Coahuila, ya que Rubén Moreira, este despreciable gobernador, ordenó a sus lacayos en el congreso, votar para que la deuda pavorosa que dejó su hermano Humberto y qué él acrecentó, fuese renegociada con los bancos y acreedores, con un solo fin, desaparecer documentos anteriores que son comprobantes de sus fechorías y su talante ladrón. En esta renegociación de la deuda del estado, están en juego miles de millones de pesos en comisione e intereses, de los que el propio Moreira saldrá beneficiado con una buena tajada. De esto no hay duda, este malhadado sinvergüenza sabe arreglárselas para robar al erario y desviar recursos hacia haciendas particulares.
Y hablando de recursos desviados por los gobernadores y el ejecutivo, estos serían más que suficientes para cubrir los gastos de la reconstrucción de los estados afectados, pero claro es que ese dinero ya lo tienen guardado a buen recaudo, y ahora la cofradía de estos bandidos concentrada en el PRI y los Pinos, ha decidido “renunciar” a una parte de la partida que el INE les ha otorgado para la contienda electoral del 2018, con el fin de que sea destinada al gasto de la reconstrucción del daño causado por los temblores del día 7 y 19 de este mes. Buscaron aviesamente “renunciar” a esas partidas para que el INE, –institución que es parte de la supra cofradía de ladrones- para que sean ellos los que administren esos fondos que no son del gobierno sino de los ciudadanos. ¿Cómo no tener desconfianza de esta partida de maleantes?... ¿Cómo no desconfiar de quienes por decenios nos han robado, engañado y vejado y a la par se han enriquecido con el producto del sudor de nuestras frentes?
Todo lo que administra este gobierno priista, tiene un destino incierto, o más bien de certidumbre de que se desviarán sumas enormes de dinero hacia sus bolsillos y hacia el PRI para la compra de votos y voluntades de la gente más pobre, la que es pobre y padece hambre precisamente porque esta runfla de malhadados mexicanos, así los han mantenido por sus malas artes, ineptitudes y sus raterías. Doy por cierto que la desconfianza en nuestro gobierno y en los gobernantes procaces, se ha generalizado y por ello ya les resulta difícil sostenerse como gobierno, de ahí que en el 2018, si nos lo proponemos, los mandaremos al carajo. La clave pues, es la desconfianza, tenemos que desconfiar de todos y de todo lo que ellos hagan o digan. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de las coaliciones.

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de...