El próximo año se cumplen 30 años del primer fraude electoral de los últimos tiempos y ya se está cocinando el cuarto fraude. Siendo el primero el que fraudulentamente se colocó a Salinas de Gortari en Los Pinos
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1506 Agosto 4 del 2017
El próximo año se cumplen 30 años del primer fraude electoral de los últimos tiempos y ya se está cocinando el cuarto fraude. Siendo el primero el que fraudulentamente se colocó a Salinas de Gortari en Los Pinos. El segundo fue en el 2006 cuando el PRI ayudó al PAN a imponer también fraudulentamente a Felipe Calderón. El tercero se invirtió, el PAN lo avaló, con ello se logró que el PRI con Peña Nieto por medio de otro fraude electoral lograse la presidencia.
Las elecciones para la presidencia del 2018 ya las tenemos en puerta, lo que nos hace imposible hacer lo necesario para evitar el cuarto fraude electoral en los últimos 30 años, sin embargo algo debemos hacer para evitarlo. Pienso que sería formidable tratar de politizar a nuestra juventud y luego proseguir con la gente más pobre. Por lo pronto empecemos por nuestras familias.
El INE todavía no resuelve los dos fraudes electorales en el estado de México y en Coahuila, y las fuerzas ocultas del poder en México ya están en vías de perpetrar otro fraude electoral, basado en los intereses y dictados de EEUU para que la izquierda por ningún motivo logre la presidencia. Hay que tener bien fresco en nuestras mentes lo que sucedió en 1988, en el que por arreglos entre el PRI y el PAN se impuso a Carlos Salinas en Los Pinos. 1988 es muy importante en nuestra historia reciente porque acontecieron tres sucesos que cambiaron nuestras vidas. 1º fue que el PRI tuvo una caída espectacular por el rechazo de la ciudadanía y por haberse desnaturalizado al corromperse sobremanera dentro de principales dirigencias. 2º porque se dio la primer colusión desvergonzada entre el PRI y el PAN, y 3º porque con Salinas en la presidencia el neoliberalismo dictado por Washington se implantó en nuestro país.
En 1990 se publicó un libro coordinado por Pablo González Casanova en el que se analizó la elección fraudulenta. En el 2008 la periodista Martha Amaya publico el libro “1988: el año en que se calló el sistema”. Para lograrlo investigó lo que pasó respecto a los pactos entre Salinas y la dirigencia del PAN para legitimar su presidencia, provocando una polémica entre Manuel Bartlett y Carlos Salinas. Ahora en el 2017 Manuel Bartlett declaró a los medios que Carlos Salinas en 1988 no había ganado, y Carlos Salinas quien se benefició del fraude, repitió por enésima vez que todo el proceso electoral fue legal y que las actas de esos comicios están en los Archivos Generales de la Nación. La realidad es que le robaron PRI/PAN, la presidencia al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
El binomio PAN/PRI repitió el fraude en el 2006 como ya lo hemos dicho, y en el 2012, PRI y PAN sacaron adelante el tercer fraude electoral en los últimos tiempos. ¿Qué nos depara el 2018 sino el cuarto fraude electoral en solo 30 años? Seamos sensatos y actuemos con lógica, preguntándonos, ¿es posible seguir soportando a unos gobiernos espurios, ilegales, tramposos, ineptos, cínicos y corruptos por tiempo indefinido? Claro es que no, por lo que debemos tratar de que el pueblo, con los jóvenes adelante y los pobres en seguida, se politicen en lo que cabe; estos sectores de nuestra sociedad son los más vulnerables, por lo que los adultos que no somos afectados aún por la miseria, debemos hacer un esfuerzo extraordinario para que México reine la democracia y no la cleptocracia y la kakistocracia, que son los factores político electorales que prevalecen en México a partir de ese primer fraude electoral de 1988.
Un hecho innegable e inocultable es que si nuestro presidente es espurio, lo lógico y natural es que todas nuestras instituciones estén igualmente pervertidas y que por ello en nuestro país las cosas no marchen lo bien que debieran. Esto lo podemos contemplar en el poder legislativo y judicial que se han unido al poder ejecutivo, y por ello todas y cada una de nuestras instituciones, comenzando por las secretarías de Estado, que se encuentran igualmente corrompidas. Lo vemos en la secretaría de gobernación, en la de educación, en la de relaciones exteriores, la de energía, en hacienda y en la del trabajo entre otras. De ahí la ingente necesidad de que los mexicanos todos nos politicemos y con ello evitar que los fraudes electorales sean la constante.
Está claramente explicado en nuestra Carta Magna que el poder debería estar en las manos del pueblo, sin embargo es un hecho que la presidencia y nuestras instituciones todas se encuentran secuestradas por una caterva de individuos ineptos, vividores y corruptos, quienes hacen lo que se les pega la gana con los bienes nacionales y con la voluntad del mandante que somos todos los mexicanos y no unos cuantos pérfidos que se encuentran al frente de nuestros gobiernos. No hay que explicarlos mucho con peras y manzanas, no necesitamos convencernos que estamos mal gobernados por ineptos y corruptos, las pruebas son muchas, Peña Nieto es una de ellas, los Moreira, los Borge Angulo, los Duarte y tantos otros que están por caer a la cárcel, andan prófugos o ya se encuentran tras la rejas son el indicativo fehaciente que tenemos que ser observadores de la política y de la cosa pública para no dejarlas en manos de improvisados y corruptos, y para evitar el cuarto fraude electoral en el 2018. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario