“ENRIQUE TU Y YO CONTRA EL MUNDO”, estas fueron algunas de las muchas sandeces que Donald Trump le dijo al presidente Peña Nieto en una conversación telefónica sostenida en enero pasado entre ambos.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1509 Agosto 7 del 2017
“ENRIQUE TU Y YO CONTRA EL MUNDO”, estas fueron algunas de las muchas sandeces que Donald Trump le dijo al presidente Peña Nieto en una conversación telefónica sostenida en enero pasado entre ambos. Mostrándonos que estamos ante un orate de carta cabal que funge, para desgracia de EEUU y del mundo, como presidente de EEUU.
Respecto a este desencuentro telefónico entre Peña Nieto y Trump, estoy 100% del lado de Peña Nieto, más con eso no quiero decir que esté de acuerdo su comportamiento como presidente. Primero porque por no saber, querer o poder gobernar, México se está deteriorando en todas y cada una de sus instituciones, la pobreza y la deuda han crecido al igual que la corrupción.
Ciertamente yo ya consideraba a Trump como un vil y palurdo sujeto que no sabe medir sus palabras, pero luego de conocer el contenido de esa conferencia telefónica con Peña Nieto, me quedo aturdido y sin entender cómo fue posible que este sicópata logro colarse hasta La Casa Blanca en Washington. Brincaba de un tema al otro como si tratase por un lado conciliar una amistad con Peña Nieto y por el otro lo amenaza por los asuntos relacionados con el muro en nuestras fronteras. Hay mentes brillantes dentro de Estados Unidos, que lo consideran un loco, y que representa un gran peligro para las instituciones en Norteamérica porque no las respeta. Analistas y politólogos mexicanos lo consideran un loco, yo en cambio solo lo considero como un soberano pendejo, el que como presidente, no sabe si pegarse un tiro o tirarse un pedo.
Entiendo que México o cualquier nación, tenga dificultades al llevar a cabo cualquier trato de índoles diversas, por la actitud dubitativa, grosera y falsa de Donald Trump, quien no enseña ni un ápice de inteligencia, pero es el presidente de Estados Unidos y de una o de otra forma hay que tratar con él. Cabe la certeza que no es inteligente pero es audaz, temerario y abusivo, y por ello cree que puede hacer de cualquier negociación lo que se le antoja, y con esos dislates provoca una serie de desencuentros con todo mundo e incluso logra con su actitud avivar los ánimos de otros tipos groseros como Maduro el de Venezuela, quien debido a esta conversación Trump/Peña Nieto, atacó sin mesura ni decencia a nuestro presidente. Reconozco que no estoy de acuerdo con Peña Nieto debido a sus ineptitudes e incapacidades para sacar adelante a México del hoyo en el que nos metieron, el propio Peña Nieto y la clase política, sobre todo los del PRI, pero es nuestro presidente y hay que cerrar filas en torno a él, tanto en los desencuentros con Trump como los suscitados con Nicolás Maduro, solo porque México y los mexicanos somos primero.
Respecto a Maduro creo pertinente que retorne a México nuestro embajador, ya que no debemos por ningún motivo tener tratos con naciones en las que sus autoridades no nos guarden el mínimo respeto. Los venezolanos son pueblos hermanados con los mexicanos pero sus dirigentes no están a la altura de las circunstancias mínimas requeridas para hacer con Venezuela ningún tipo de tratos. Respecto a Trump las cosas son muy diferentes, los intereses entre México y EEUU son enormes y no cabe por ningún motivo un rompimiento diplomático, primero porque el empresariado norteamericano es el mayor productor de lo hecho en México en el rubro macroeconómico comercial, industrial, tecnológico y de prestaciones de servicio.
Estas dos condiciones en nuestras relaciones, la inherente a Venezuela y la de EEUU con México, tienen que ser ponderadas de diferentes formas y con diferentes raceros, porque para nuestras autoridades –estemos o no de acuerdo con ellas- tienen y deben de hacer lo más conveniente para nuestro país. Regresando al punto de la mencionada conferencia telefónica, cabe destacar dos puntos. Uno en el que puntualmente le dice a Peña Nieto: “Somos tu y yo contra el mundo, Enrique, no lo olvides. Quiero que seas tan popular que tu gente pida una reforma constitucional en México para que puedas reelegirte otra vez por seis años.” Como vemos, derogar el sufragio y no reelección es un punto de interés de EEUU. El otro punto es: Cuando le propone mandar a su ejército a México para que juntos podamos acabar con los bad hombres. Le dijo que nuestro ejército le tiene miedo a los maleantes y que sus militares no.
En suma, esta conversación nos muestra a Trump como un atrabancado ignorante de las formas diplomáticas, y a un Peña Nieto moderado pero firme ante los impulsos abusivos de Trump. La cuestión es harta difícil de digerir respecto al trato de México con EEUU, cosa que no es ninguna novedad. Tienen los gringos 200 años abusando de nuestro gobierno y de los mexicanos, pero la diferencia entre los gobernantes del pasado y los de ahora con Trump al frente de la política de nuestro vecino del Norte, presenta cambios sustantivos que habría que valorar, porque la peladez de Trump da por terminadas las formas diplomáticas de antaño en las que ciertamente también había abusos de parte de ellos hacia nosotros, las que con Donald Trump se han relajado al nivel de tratos entre verduleros y hay que evitarlos, porque de permitirlos iría en contra de nuestra dignidad y también de nuestra soberanía. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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