La Laguna de Coahuila con Rubén Moreira se estancó en niveles precarios
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 824 octubre 20 de 2015
El gobernador ha hecho muy poco para solucionar el problema del agua; supongo que se trata de colusiones con los grandes consumidores como LALA, PEÑOLES y SEMEX entre otros, y ha descuidado el problema del arsénico. Prometió en campaña solucionar el problema y apenas ha instalado el 20% de los filtros requeridos. A cambio de ello nos ha dado mucho circo en la plaza.
La Laguna de Coahuila y los laguneros hemos sido los patitos feos del estado, y esto no es una casualidad, siempre hemos tenido gobernadores que por equis o mangas han mantenido a La Laguna en condiciones precarias tanto en lo económico como en el progreso y desarrollo. Hace 53 años La Laguna de Coahuila representaba el 52% de la economía del estado, hoy apenas representamos el 29% y un poco menos; la culpa es ciertamente de los laguneros que no hemos sabido, querido o podido impulsar nuestro desarrollo, pero también han incidido los gobiernos estatales y las municipales, los que se han replegado al papel de servidumbre de los gobernadores. Todo esto a partir de Flores Tapia, pero acentuado con la llegada de Rogelio Montemayor Seguy.
Los gobernadores que más nos han dañado son los últimos cuatro, comenzando, lo reitero, con Rogelio Montemayor; después vino Enrique Martínez quien como su antecesor, se enriqueció desmesuradamente en lo personal y dejó a nuestra Comarca con el Distribuidor Vial Revolución como la muestra más fehaciente de su corrupción e inutilidad; pero lo peor no había llegado, vino Humberto Moreira y ya todos lo sabemos, nos endeudó, se enriqueció y desvió cosa de 14 mil millones de pesos a la candidatura a la presidencia de Peña Nieto, dejándonos prácticamente en cueros. No hubo un solo político lagunero que lo parara para que dejase de hacer sus desmanes, los priístas locales se le agacharon como suelen hacerlo con todos los gobernadores. El chahuixtle nos cayó con la llegada de Rubén Moreira, quien vino a la gubernatura exclusivamente a tapar los fraudes y mil trapacerías de su hermano Humberto. El PRI nos lo impuso y veamos que ha hecho.
Vini vidi vinci es una frase que acuñó Alejandro el magno al vencer a Darío y quiere decir “Vine, vi y vencí” en contraparte, Rubén Moreira vino, vio y nos partió la madre por su ineptitud y por servir de tapadera de las corruptelas de su hermano Humberto. La cuestión es que Rubén no es político, es solo un instrumento del sistema político que sirve a unos cuantos y descuida los oficios de la política como ciencia y arte porque los desconoce. Si fuera político sabría que los pilares de la política sirven primordialmente para proporcionarles a los gobernados, seguridad y bienestar social y no las tenemos; salud y es el ramo que más ha descuidado; educación, como no la tiene para él, menos podría ofrecerla a los ciudadanos, y alimentación suficiente para todos, ¡para nada!, La tendrá para él y para una minoría, pero la mayoría de los laguneros apenas libran para mal o medio comer.
Respecto a la salud, La Laguna se encuentra a la zaga en el estado, ni siquiera la zona carbonífera y la zona minera de La Linda, Coahuila, al Norte, tienen las condiciones tan precarias que padecemos en La Laguna; ellos no tienen a PEÑOLES ni a CEMEX y LALA para que les contaminen el suelo, el aire y el agua, tanto de arsénico como de cadmio, plomo y otros productos minerales pesados.
Desde que Humberto Moreira era gobernador se hicieron estudios del agua potable, de la leche, el yugur y el queso de la marca LALA en La Laguna –estudio llevado a cabo por el gobierno del estado- y se encontró que estábamos bebiendo y comiendo en promedio hasta 39 miligramos por litro o kilo cuando la Organización Mundial de la Salud dice que lo que pase de 10 microgramos es perjudicial para la salud. Humberto no hizo público el estudio, se lo guardó, y Rubén Moreira prometió desde su campaña solucionar el asunto para que tuviésemos buena salud. Había que colocar en las tomas de los pozos de agua que surte a la población, supuestamente potabilizada, filtros solo contra el arsénico; se requerían más de 45 filtros con un costo de entre 200 y 300 millones de pesos, sin embargo Rubén Moreira se ha gastado –dilapidado- más del doble de esa cantidad en promocionarse y en ofrecer conciertos en plazas públicas con artistas para darnos circo, y cuando mucho –hasta donde he sido informado- menos de diez filtros se han instalado; esto se traduce en una sola cosa: En que a Rubén Moreira le importa menos que un cacahuate la salud de los laguneros, y por esto y el que sirva de tapadera de la mega deuda que nos enjaretó Humberto su hermano, lo considero el peor gobernador y el más nefasto, en los últimos 53 años, los mismos que llevo viviendo en Torreón. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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