lunes, 19 de octubre de 2015

Agustín Carstens el último descendiente de Itubide por fin piensa bien

Agustín Carstens el último descendiente de Itubide por fin piensa bien


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO         Dossier ahpd 822               octubre  18 de 2015


México no va a salir del hoyo en que nos metieron los últimos seis gobiernos con la ayuda de EEUU; ellos están para ganar no para compartir. Por fin Agustín Carstens acepta que nuestro desarrollo y crecimiento no vendrá de fuera, tenemos que crecer con nuestro esfuerzo y tesón y no con las políticas que los malandrines que nos gobiernan, implementaron por su ineptitud.
Agustín Carstens el gobernador del Banco de México por fin acepta que nuestro desarrollo y progreso no vendrán de fuera tal y como se venía sosteniendo, en el sentido que al crecer EEUU nos arrastraría en el crecimiento, cosa absolutamente ilusoria porque México o cualquier nación o empresa crece a base de ahorro, productividad y competitividad comparativa; sea esto, por ser mejores que otros en el renglón de la productividad y superiores a otros en competitividad.
México no crece –económicamente- porque el capital está concentrado en unos cuantos, muchos de ellos simples especuladores y porque la fuerza del país radica en el esfuerzo de todos los mexicanos, cosa que no ha sido posible ya que desde 1982 a la fecha, nuestras políticas de desarrollo, progreso y crecimiento económico nos vienen de los dictados del consenso de Bretton Woods (Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) del que Carstens y no pocos secretarios de hacienda mexicanos han salido para imponernos esas políticas que han hecho crecer a los ricos cualitativamente y a los pobres en forma cuantitativa. Cada día hay más pobres y cada día los ricos son más ricos.
¡Imagínese usted! De 1940 a 1982 –diciembre 1º-) crecimos casi en promedio del 7% anual y eso nos catapultó a un nivel nunca visto en México económicamente hablando, pero los malandrines llegaron impulsados por el Fondo Monetario Internacional, me refiero a Miguel de la Madrid y a Carlos Salinas de Gortari, y con ellos y hasta nuestros días hemos decrecido, nos hemos empequeñecido como nación y como estado; como nación porque amén de empequeñecernos, la pobreza ha crecido desmesuradamente, y con nuestras leyes a partir de ese nefasto 1º de diciembre del 82, se han convertido en un galimatías, embrollo y laberinto de ideas que solo nos han llevado a la pérdida de rumbo como nación y estado.
Del 1º de diciembre del 82 en cambio, y hasta hoy, 18 de octubre del 2015, México se ha ido hundiendo paulatinamente en un subdesarrollo educativo, de salud, de alimentación y bienestar social para la mayoría de los mexicanos. Éramos 29 millones de pobres, hoy somos 63 millones y la mitad de estos, casi 30 millones de connacionales viven en la pobreza extrema al filo de la miseria y el hambre. ¿Tenemos de esta debacle, culpa los mexicanos? Sí, absolutamente, porque hemos permitido que estos malos gobiernos –los últimos 6 sexenios- hagan lo que les plazca y conviertan el sistema político en un ente corrupto, corruptivo, injusto y abusivo.
Permitimos que nuestras instituciones, desde la presidencia de la república, gobernación y la procuraduría general de la república, pasando por todas las demás secretarías de estado, sean ocupadas por zánganos, ineptos y corruptos que se enriquecen y empoderan a nuestra costa.
Por lo anterior solo vislumbro una necesidad, la de unir nuestros esfuerzos y anhelos para cambiar este desastroso sistema político que nos agobia y condena a miserias insospechadas, y para ello debemos luchar contra el embate mediático que esgrime el gobierno –con nuestro dinero- para convencernos que todo va bien, cuando la realidad los desmiente de forma clara, contundente, y tácitamente. México está en un pozo y hay que sacarlo, sí, sacarlo nosotros, y no esperar que el desarrollo y progreso nuestros provenga de fuera porque no será así, nunca ha sido en ningún país. Qué bien que Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y último descendiente de Agustín de Iturbide, por fin se percate que no vamos a crecer gracias a EEUU, lo haremos únicamente con el esfuerzo y tesón de todos y cada uno de los mexicanos, no de esos cuantos que se han enriquecido con nuestro sudor y lágrimas. ¡Cambiemos este gobierno! Es imperativo. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?    
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com

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