El racista y patán primer ministro israelí Se monta en el odio contra el islam
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 826 octubre 23 de 2015
El primer ministro judío, Benjamín Netanyahu, a base de falsedades e imbecilidades pretende justificar la barbarie con que los judíos se comportan. En un discurso procaz resta culpabilidad a Hitler y la transfiere al Ah Amin al Husseini, máxima autoridad en Palestina en la época en que Gran Bretaña asumió ese territorio como propio. ¿Por qué la ONU no hace su trabajo?
Demostrando por enésima vez que es un imbécil, Benjamín Netanyahu, primer ministro del estado judío de Israel, se monta en el brioso corcel del racismo y la impertinencia, no para exonerar a Hitler del holocausto sino para apuntalar su incidencia odiosa contra los palestinos, a los que él y la judería internacional, de la mano de EEUU y Gran Bretaña, mantienen en el borde del exterminio étnico, cercándolos inhumanamente en un limbo humanitario del que si se logra el plan final de los judíos, los llevará irremisiblemente al exterminio total, con el único fin que Israel prevalezca como el hogar nacional de los judíos.
Durante un discurso, Netanyahu, en la XXXVII Convención Internacional Sionista, desbarró miserablemente al exculpar en parte a Adolfo Hitler del holocausto, transfiriéndole culpabilidad al Haj Amin al Husseini, máxima autoridad en Palestina durante la ocupación británica. Dijo que cuando se entrevistó con Hitler, le sugirió que no los expulsara porque los judíos intentarían irse a La Palestina, que era mejor quemarlos. Este discurso harto en imbecilidad y falsedad, lo que realmente intentaba es justificar la barbarie que los judíos han perpetrado contra el pueblo palestino, al que amén de robarle sus tierras, pertenencias materiales y apropiarse de su cultura, los intenta borrar de la faz de la tierra, exterminándolos de hambre, penurias mil y una miseria terrible que el mundo “civilizado”, el mundo occidental, ve con soslayo y hace como si no los viera, como si los palestinos no existieran.
Moshe Simmermann quien es un estudioso del holocausto y catedrático en la universidad de hebrea de Jerusalén, opina que este discurso es inaceptable porque distorsiona la realidad y justifica la actitud beligerante de Netayahu contra el pueblo palestino, el que quiérase o no, es víctima de los judíos. Issac Herzog, líder de la unión sionista, se niega aceptar el discurso infame de Netanyahu y él junto al líder del partido Meretz , Zehava Galon, opinan que esto demuestra que no está capacitado para estar al frente de Israel.
De hecho, esta es mi opinión, ningún primer ministro de Israel ha tenido la capacidad y la entereza de ver y ponderar la necesidad de arreglar el conflicto que ellos provocaron, de manera política con cierta diplomacia y no al estilo de los animales irracionales, tal y como lo han llevado a cabo desde Ben Gurion hasta el propio Benjamín Netayahu, pasando por gente terrible como Shamir, Sharon y tantos otros criminales que dirigieron el destino de los judíos en Israel, en base a robar y asesinar, haciendo uso de las pertenencias y vidas de los palestinos. No entiendo ni comprendo cómo el mundo civilizado, con una organización como la ONU no ha podido detener a esta bestia convertida en nación, por ciencia y arte de las trapacerías y perfidia británicas, secundada por EEUU y los países europeos.
Se ha alzado la voz en contra de lo sucedido en Viet Nam, en Corea, en Irak, Afganistán, Libia y Siria, y en esta guerra inventada como un conflicto entre judíos y árabes palestinos que es peor que todas ellas, se guarde un silencio que huele a la peor cobardía de la humanidad. Ya es tiempo, considero, que el mundo despierte y se pronuncie en contra de este nuevo holocausto, el que están sufriendo inmisericordemente los palestinos, lo que ha sido para ellos una terrible pesadilla desde 1919, cuando Inglaterra comenzó a introducir judíos disfrazados de soldados británicos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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