jueves, 8 de octubre de 2015

El general Salvador Cienfuegos; negado absolutamente a informar la verdad

El general Salvador Cienfuegos; negado absolutamente a informar la verdad


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 812 octubre 8 de 2015

El secretario de la defensa se niega a informar con veracidad, y todo lo hace a destiempo como si fuese un improvisado protegido de TELEVISA, como lo fue el malhadado Murillo Karam con su “Verdad Histórica”. Es deseable por bien del país, que Peña Nieto haga caso al representante de la ONU, quien le indicó que el ejército debe de salir de las calles. ¡Ese no es su trabajo!
Mientras el ejército de Estados Unidos acepta sus errores y omisiones sobre sus participaciones en las que civiles inocentes mueren, son heridos y torturados, el ejército mexicano en voz del secretario de la defensa, el general Salvador Cienfuegos, no solo niega y tergiversa los hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa sino que además entorpece las investigaciones para llegar a la verdad de lo que aconteció en esos dos casos y en otros en donde el ejército tuvo participación y culpa.
México con este secretario de la defensa no solo se queda a la zaga en cuanto a la claridad y transparencia, obligando a la opinión pública a dudar de él, del ejército y del gobierno federal encabezado por Peña Nieto; la actitud del general Cienfuegos se torna inaudita y contraria a la seguridad nacional porque mientras la opacidad sea la constante, jamás México logrará ser una nación en donde la justicia prevalezca. Le han hecho entrevistas a modo para engañar al pueblo, tanto en TELEVISA como en otros medios, el general Cienfuegos se ha mostrado reacio a la verdad y a la justicia, empañando sobremanera la imagen misma de nuestro ejército, del gobierno en los tres niveles y del propio presidente de la república.
En Tlatlaya, se sabe, el ejército fusiló sumariamente a 22 supuestos secuestradores, escupiendo sobre nuestra Carta Magna, La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Respecto a la participación del ejército en el horrendo crimen en Iguala, Guerrero, donde fueron asesinadas 6 personas por la policía y desaparecidos 43 normalistas de Ayotzinapa, hay hechos que involucran directamente al ejército. Uno de estos hechos es el de que el comandante de una patrulla del Batallón 27 del ejército en Iguala, arribó a la clínica Cristina, en donde se habían refugiado un grupo de estudiantes de la normal de Ayotzinapa para refugiarse de los policías que los estaban asesinando. El comandante –está registrado lo que les dijo a dichos estudiantes- les dijo groseramente: “¡Se toparon con la mera verga, tengan los suficientes huevos para aguantar”!
Les sorrajó a la cara la siguiente sentencia: ¡”Como son buenos para hacer destrozos, tengan ahora los pantaloncitos”! Son muchos los testimonios que narran estos hechos a la 1 de la mañana del 27 de septiembre del 2014, cuando arribó la patrulla del ejército del Batallón 27 a la clínica Cristina. Los jóvenes aterrados se alegraron en un principio, pensaron ingenuamente que el ejército venía a salvarlos, pero no, sus esperanzas se extinguieron, las anuló una voz, la del comandante que gritó: ¡”Aquí están estos cabrones, están acá, adentro”! Les reclamó airadamente que habían entrado ilegalmente a la clínica, a lo que respondieron que lo hicieron porque entre ellos había algunos heridos. Uno de ellos estaba herido de bala en la cara y se desangraba, sin embargo los militares fueron indiferentes. Fue entonces cuando el comandante de la patrulla militar del escuadrón 27 les dijo lo de “la mera verga” y los entregó a la policía de la que huían.
El general Cienfuegos hipócritamente se dice agraviado por lo que dicen los padres de los 43 del ejército. Días después Murillo Karam, de manera cobarde y con procaz cinismo encubrió al ejército diciendo que no había ningún indicio que el ejército hubiera participado y que ni siquiera se había enterado de tan aterrador acontecimiento, sin embargo hay otras evidencias: la de que una patrulla militar –la del 27 Batallón- vio cuerpos tirados de heridos desangrándose por la calle Juan N. Álvarez en la ciudad de Iguala y pasó de largo. Además, uno de los 43 desaparecidos era un soldado, así lo reconoció Cienfuegos “¿infiltrado?” Por mucho menos de lo que aconteció en la noche del 26 de septiembre y en la madrugada del día 27, los responsables ya estarían en la cárcel, considerando que responsable es todo cómplice tanto por comisión como por omisión, y este es el caso del ejército, al que de una manera muy burda, inhumana, procaz y sin fundamento alguno, trata de defender incluso pusilánimemente, el general Salvador Cienfuegos, quien por sus acciones –si Peña Nieto fuera un buen presidente- ya lo habría destituido de su cargo por inepto en el mejor de los casos y o por falsario. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com

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