El ejército no vio nada en Iguala lo dice Peña Nieto. Eso no es para nada cierto
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 865 diciembre 19 de 2015
Hay un dicho que reza: “crea fama y échate a dormir” y hoy nuestra fama nos echa pero a correr porque no de hacerlo nos lleva el carajo. Lo que más fama nos da hoy en día es la corrupción y la impunidad con que el gobierno y los grandes empresarios se manejan, y casos como el de La Casa Blanca de Las Lomas, los tristes y graves asuntos de Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán.
México hace 60 años y más era famoso por sus charros, por sus mariachis, por su tequila y sus sones, corridos y canciones; el mundo nos veía campiranos, las películas mexicanas con Jorge Negrete, Pedro Armendáris, Pedro Infante y otros muchos artistas crearon ante la internacionalidad un arquetipo del mexicano, único en el mundo; hoy nos hace famosos la corrupción y la impunidad que permea nuestra sociedad y nos lleva al estrellato de la fama internacional gracias a la Mass Media y a la red de comunicación masiva del internet. Nuestra fama hoy radica en el abuso que los políticos y funcionarios públicos tanto como los grandes empresarios imprimen sobre un pueblo cada día más famélico y empobrecido, víctima de sus propios coterráneos afincados en las élites del dinero y del poder.
El caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desparecidos ha dado la vuelta al mundo durante más de un año y no cesa de ser noticia; el Estado mexicano ha sido acusado de este crimen, sin embargo nuestras autoridades se han montado cómodamente en la verdad histórica inventada por el “inefable” inepto y mentiros procurador Jesús Murillo Karam respecto al basurero de Cocula en el que supuestamente fueron incinerados los cuerpos de los 43 jóvenes, cosa cuestionada por expertos nacionales y extranjeros, razón por la que el gobierno mexicano reculó, y ya ha dicho que el expediente está abierto y empezará de “CERO” hacia una nueva investigación. ¿Será cierto?
Lo que no se vale es aducir que es ilegal que se entrevisten a los soldados que presenciaron tan horrendos sucesos; el general Cienfuegos ha dicho que no permitirá que se entreviste a “sus soldados.” “Sus” me pregunto, ¿Qué acaso no son nuestros soldados, tan nuestros que son mexicanos al servicio de una patria que es nuestra, de los mexicanos, no del gobierno porque el gobierno como el pueblo, el territorio y nuestras instituciones, componemos el Estado mexicano? También Peña Nieto entorpeciendo la investigación ha dicho que los soldados no vieron nada y ¿él como lo sabe. Se lo dijeron los soldados del general Cienfuegos o nuestros soldados?
Este tipo de acciones en donde los personajes que nos dan la fama actual ya no son los charros, ni los mariachis y nuestros sones, corridos, canciones bravías y el tequila sino que son el propio presidente que se hizo de una casa de 86 millones de pesos, gracias –según se ha documentado- a componendas con empresarios ligados en corruptelas a políticos y funcionarios públicos. Nuestra fama internacional actual se sustenta en la corrupción e impunidad que campea de norte a sur y del Golfo al Pacífico, en los actos y dichos de gente bárbara y corrupta como Murillo Karam y todos aquellos que defienden a capa y espada su “Verdad Histórica,” y también en el abuso que impera de parte de la clase patronal contra sus trabajadores, los que tienen que tragar sapos mientras los ricos y los políticos se enriquecen más día a día de manera desmesurada.
Otros asuntos que nos dan fama internacional son la imbecilidad del subsecretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ruiz-Cabañas Izquierdo, quien en Stuttgart, Alemania en su reunión con los organismos sobre derechos humanos alemanes e internacionales, en la cual tuvo una actitud reticente y evasiva sobre la impunidad, y las muchas violaciones a los derechos humanos en México, que nos hacen tan famosos ya que en todo el mundo esto se ha hecho noticia; también el caso de “Gran Fama” de México se vio en Pnom Penh, Camboya, en la reunión de sindicatos que engloban a 50 millones de trabajadores de 140 países, de donde fue expulsado el sindicato mexicano llamado “Sindicato Progresista de Obreros y Empleados de la Industria de Extracción, Fundición y Fabricación de Metales, Hierro, Autopartes, Similares y Derivados de la República Mexicana” afiliado a la CROC y a CTM, y dirigida por el explotador de obreros, Salim Kalkach Navarro, quien vende a los patrones los contratos colectivos de trabajo. Por ello, el presidente y el secretario general de dicho conglomerado sindical internacional, Berthold Huber y Jyrki Raina, con todo y pena tuvieron que expulsar a ese sindicato mexicano por luchar no por el trabajador sino a favor del patrón. Esa es nuestra fama actual, y de colofón, los mejores mariachis ya están en Japón y en EEUU, y los mejores tequilas ya son de trasnacionales. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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