La economía y seguridad social de México y de los mexicanos se hunden, pero..
Augusto Hugo Peña Delgadillo Dossier ahpd 779 agosto 21 de 2015
Una muestra de que no todo está perdido para México es la salida inminente de Emilio Chuayffet de la secretaría de educación. Sale no por su enfermedad sino por su incapacidad, su mala fe e ineptitud. Lo sustituirá alguien de la UNAM. Otro factor que apunta a que el gobierno mejore y deje de lado la atonía en que se encuentra son las agraces críticas desde EEUU.
Sí, en efecto, todos los índices económicos y sociales en México van a la baja, a empeorarse, pero hay rendijas que nos muestran que no todo está perdido y que hay motivos para tener un poco de esperanza. Para empezar, Emilio Chuayffet se enferma y despacha desde su casa. Despacha mal y a lo tonto como siempre lo ha hecho en todos y cada puesto público que ha ocupado en su vida. No por su enfermedad sino por la falta de resultados positivos, es casi un hecho que será sustituido por alguien con más voluntad, sapiencia y decencia, alguien que vendrá de la UNAM. Alguien que no sea un fardo con peso muerto como ha resultado Chuayffet Chemor como secretario de Educación, siendo uno de los personajes más mal educados del ámbito político.
Los mexicanos debemos conservar la esperanza de que todo cambie para bien porque hay indicios que nos prometen cambios positivos en el ámbito político interno y externo. En lo económico aún no hay esperanzas mientras nos gobierne Peña Nieto porque mientras sostenga a Luis Videgaray en hacienda y a Agustín Carstens en el Banco de México –dos nefastos e inútiles personajes- el país seguirá deslizándose hacia la baja, debido tanto al endeudamiento procaz en que nos ha metido él y su gabinete de tercera como a la falta de capacidad y voluntad para impulsar la pequeña y mediana empresa que son las que promueven el crecimiento interno y su productividad así como la generación de empleos.
El factor externo proviene de las duras críticas que varios candidatos a la presidencia de EEUU han apuntado hacia México –léase hacia nuestro gobierno- y no solo es Donlad Trump el agraz crítico, ya son varios los candidatos estadounidenses a la presidencia de su país que se han pronunciado en la necesidad de generar cambios en la relación de ambas naciones con el fin de que México deje de depender de los emigrantes para sostener, aunque sea precariamente, la economía de los mexicanos más pobres. México –lo dicen ellos- tiene la obligación de resolver sus propios problemas y no recargarse en la economía ni en la política de Washington. Estas ácidas críticas hacia nuestro gobierno van a generar cambios dentro de nuestro gobierno. Cambios que dejarán ver que sí es factible que las condiciones sociopolíticas de nuestro país cambien a mejor.
Hay postigos que deben abrirse para darle mayor luz a nuestro desarrollo y progreso. Uno de ellos es el cambio de dirigencia del PRI pero hay otros que deben tomarse en cuenta, como lo son el que Rosario Robles sea destituida de su cargo por inepta, inútil y corrupta, al igual que sean otros los cambios en estos tres años y pico que le quedan a este gobierno. Estos deberán ser en relaciones exteriores, en la secretaría de energía, en comunicaciones y transportes, en hacienda y SEDESOL por lo pronto, con ello –reitero- se abrirán postigos que den más luz y certeza a nuestra economía y seguridad social. La política es para que la ejerzan los políticos y no los vividores.
Peña Nieto demostró que tiene buena salud física, corrió 10 kilómetros en menos de 51 minutos, ¿tendrá buena salud mental?... ¿Tendrá un buen talante y suficiente voluntad para pugnar por los cambios necesarios? Lo ignoro, pero si tiene a alguien decente y sapiente que le aconseje que hacer en estos tres años que le quedan en la presidencia, seguramente los hará y con ello los mexicanos podremos mantener la esperanza de un mejor futuro y la confianza en quienes nos gobiernen. Hoy en día de cada 10 mexicanos 9 no creen en el presidente, la confianza se ha perdido y la credibilidad en las instituciones es muy rala, de ahí desprendo que habrá cambios y que todos ellos nos darán un poco más de esperanza en el futuro y confianza en nuestro gobierno y en nuestras instituciones. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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