¿Quiénes serán la némesis de quienes infringen la ley, abusan de pueblo y se roban sus recursos?
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1558 Septiembre 14 del 2017
¿Quiénes serán la némesis de quienes infringen la ley, abusan de pueblo y se roban sus recursos? La ley es quien se encarga de castigar a los malhechores, pero resulta que las leyes en México están en manos de los que delinquen, roban y vejan a los de abajo, entonces somos el pueblo los que debemos ser la némesis –por venganza y por justicia- de quienes a través de sus cargos de gobierno, han y están delinquiendo. ¿Será posible este panorama?
La situación política y socioeconómica por la que atravesamos, es alarmante y nos agobia. Hay que buscar sin desesperar, una salida al problemón generalizado en que nos ha metido Peña Nieto y su camarilla de cómplices. El mal, ya nos lo hicieron, ahora es el tiempo de rescatar lo que queda de nuestras instituciones, demos pasos firmes dentro del marco constitucional.
Urge un cambio sustantivo de parte de la sociedad para frenar el deterioro del país, de nuestras instituciones, de la economía del 90% de nuestros hogares y del desprecio a la Constitución que se provoca de manera cotidiana desde la misma presidencia hasta la institución más modesta del aparato gubernamental. No es posible confiar en este gobierno, recién se ha sabido que once instituciones desviaron cerca de 8 mil millones de pesos por medio de una triangulación con varias universidades, y la PGR en manos de un cómplice de Peña Nieto, como Arely Gómez –emanada de Televisa- de la secretaría de la función pública, no harán nada al respecto y todo quedará en solo un escándalo más de corrupción. Ayer se hizo público que la familia –la hermana y el cuñado- de Miranda el titular de SEDESOL, vende gasolina que los huachicoleros les venden, y resulta que Miranda es el verdadero dueño de la gasolinera, lo que me hace suponer, debido a su gran influencia, que el propio Miranda pudiese ser uno de los más connotados huachicoleros.
Todos en el estado de México saben que el Grupo Atlacomulco al que pertenecen Peña Nieto y su compadre Miranda, son una banda de malhechores, sin embargo y a pesar de ello, nada se hace en su contra porque en manos de ellos están nuestras leyes y la justicia. Tienen es su poder el control de país y de los bienes de la nación, lo saben los jueces y magistrados, los legisladores, lo saben los propios delincuentes, nosotros la ciudadanía y el mundo entero, ¿y qué hay que hacer en este caso que se torna un tanto difícil de resolver? Que los ciudadanos nos convirtamos en la némesis de quienes delinquen, roban al erario, vejan al pueblo y se encubren en una impunidad galopante que ellos han prohijado para enriquecerse a costa de un pueblo sufrido, cansado de verse siempre abusado y que permanece por décadas languideciendo en medio de la miseria.
Para convertirnos en la némesis de estos facinerosos maleantes –lo he dicho ya algunas veces- debemos empezar por despreciarlos abiertamente, manteniendo viva y en alto nuestra desconfianza y no tenerles ninguna consideración ni respeto porque no lo merecen. Para que haya un cambio favorable tenemos que dar el primer paso y ese es, nuestro desprecio e irrespeto hacia ellos. Si logramos que este primer paso se generalice en un gran porcentaje entre los ciudadanos, lograremos expulsarlos de la cosa pública no sin antes intentar que las leyes los alcancen y podamos verlos dentro de la cárcel, sin olvidar que tienen que regresar al erario nacional todo lo que se han robado, también hay que hacer extensivo el desprecio e irrespeto a sus familias.
¿Por qué también hacia sus familias? Porque en todas las instancias son los beneficiarios del fruto de sus actos delictivos. Ellos han hecho con sus acciones el que estén postrados, millones de mexicanos, ante la pobreza, la miseria y el hambre. La cuestión es: ¿Quiénes a corto plazo se harán cargo de nuestras instituciones y de la recuperación del país tan pronto los hayamos echado de nuestras instituciones gubernamentales? Sobrará quien, solo que no sea del PRI, con eso estaremos dando un segundo paso para rescatar al país que tienen secuestrado. El PRI en el pasado -1940 y hasta 1982- logró levantar al país y el crecimiento fue relevante, superior al 6% anual, y el bienestar general se palpaba en todos los segmentos sociales, pero hace 35 años llegaron de la Madrid y Salinas y el PRI se empezó a pudrir, y una a una fueron pudriendo todas y cada una de nuestras instituciones, hasta llegar a donde estamos, en medio de un desorden tal, que se ha tornado insoportable para 120 millones de mexicanos.
Desde Peña nieto hasta el más modesto de los priistas ya no hacen nada por el pueblo, se ocupan solamente de no perder sus canonjías y o, seguir medrando con la miseria de la gente. Es un caso perdido, su recuperación no es viable, y lo más grave es que aún le quedan 15 meses a Peña Nieto como presidente para seguir hundiendo al país en una vorágine de desaciertos y a los mexicanos en un laberinto en el que en su única salida solo se vislumbra más pobreza, miseria y hambre. Este es un problema que tenemos que resolver los mexicanos, el pueblo. Es un problemón marca Peña Nieto y hay que salir de él a cualquier costo. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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