El problema de México no es solo Peña Nieto y los 12 gobernadores priistas
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1493 Julio 26 del 2017
Los agentes del ministerio público de la PGR que se encargaron del expediente de Javier Duarte se atoraron en la primera audiencia ante una pregunta del propio Duarte quien asumió su propia defensa. Se puede pensar que el gobierno de Peña Nieto dio órdenes a Osorio Chong para hacer de las audiencias acusatorias contra el ex gobernador de Veracruz un desastre, para ayudar su defensa. No nos equivoquemos, Duarte se queda preso
El problema de México no es solo Peña Nieto y los 12 gobernadores priistas sinvergüenzas, el mal es sistémico, precisa y puntualmente porque el sistema político que nos gobierna se ha agotado y ahogado es sus propias tretas. Para recomponer el rumbo es menester cambiar de hombres y de partidos, el PRI ha demostrado con holgura, que no tiene la menor compostura.
Por más que Peña Nieto y Osorio Chong quieran ayudar a Javier Duarte, no lo lograrán, son tantos los delitos en los que incurrió, es tanto el dinero que se robó y el desvió de gran parte de lo robado hacia PRI, que les será imposible ocultarlo. Además, está ampliamente documentado. Lo que se intenta de parte de Peña Nieto es enredar el proceso para que al final sea condenado a 14 o 15 años, lo que hará que salga –por buen comportamiento- antes de los 8 años. Se está haciendo exactamente lo mismo que se hizo para exculpar a Espinoza Villarreal y a Rogelio Montemayor, los que duraron dentro de la cárcel unos pocos años, y salieron a disfrutar de los miles de millones de pesos que acumularon robando al erario nacional. Espinoza Villarreal perpetro infinidad de fraudes en el Departamento del Distrito Federal como titular, y Montemayor Seguy, como director de PEMEX, robó algunos miles de millones de pesos, y una parte fue a dar a campañas del PRI.
De Oscar Espinoza Villarreal no sé que ha sido de su vida, pero seguramente disfruta del producto de sus hurtos. Rogelio Montemayor en cambio sigue robando a sus anchas, asociado con Rubén Moreira en negocios del carbón y del Fracking –fracturación hidráulica del subsuelo rocoso-, por medio de una A. C. (Asociación Civil) en la que invitaron a cómplices de ambos a invertir en ese negocio de gas esquisto y de otros productos petrolíficos. En torno al asunto de Javier Duarte, este hecho, el de que los agentes ministeriales a cargo del proceso que se sigue contra el ladrón veracruzano hayan dado muestras de su ineptitud, no es de extrañar, en este gobierno todo mundo es improvisado e inepto, comenzando por el propio presidente y el secretario de gobernación, pero el tema es Javier Duarte. Este ratero y su esposa, también van a enfrentar la justicia y van a tener –por obligación- que pasar algunos años tras las rejas.
Considerando como cierto que Peña Nieto es solo la botarga que grupos políticos y empresariales colocaron en la presidencia para sus fines convenencieros de negocios pecuniarios y de política, habrá que dar por cierto que el presidente no está debilitado ni venido a menos, ya que él siempre –aún antes de asumirse como presidente- ya estaba devaluado ante la ciudadanía, pero al entrar al tercer tercio de su sexenio, lo cierto es que se le acabaron los argumentos y se agotaron las posibilidades de que pueda recomponer el rumbo de la nación. Sin embargo y a pesar de ello, sigue siendo el factótum que dicta y ordena dentro de su gabinete, por lo que tenemos que tomar en consideración de manera muy seria, que sigue siendo un peligro para México.
Javier Duarte y los otros once gobernadores señalados como rateros desmesurados, representan solo el síntoma del mal que nos aqueja. La corrupción y la impunidad que hoy prevalecen en nuestro país ya existían antes de la llegada de Peña Nieto a Los Pinos, y de los gobernadores señalados como la nueva generación de priistas. El problema es que ese mal se volvió endémico y se multiplicó, tanto por la ineptitud de quienes nos gobiernan como por la corrupción, factores que se han exacerbado, por lo que no debe de extrañarnos que los agentes ministeriales a cargo del expediente de Javier Duarte, sean ineptos, corruptos y gentes de mala fe.
Lo único cierto y seguro es que Javier Duarte y los otros gobernadores sinvergüenzas no van a ser exonerados, aunque Peña Nieto se aplique en protegerlos. La razón es que México ya es otro muy diferente al de hace cinco años, los mexicanos, gracias a las redes sociales –el internet- están mejor informados e interconectados, y ello le ha permitido a la ciudadanía no depender de las noticias de los medios tradicionales, los que de siempre han estado al servicio del poder en turno. El problema que se presenta para este gobierno es de índole sistémico, o sea, para explicarlo mejor, es un problema integral del sistema político que nos gobierna, del que ya nadie confía.
Se ha dicho por años que en la política no hay casualidades sino causalidades, y esas causas, las de la ineptitud y corrupción de la clase política ya no es posible encubrirlas con discursos y ni siquiera con suposiciones. Prueba de ello es que en cada entidad que el PRI pierde, sus dirigentes locales son expuestos a denuncias y llevados ante la justicia para que paguen con cárcel sus fechorías, pero antes hay que embargarles los bienes que le robaron a sus erarios respectivos. Por lo anterior explicado debemos de asumir como muy probable que Humberto y Rubén Moreira –quienes ya fueron expulsados por la ciudadanía de la política y la cosa pública- van a terminar en la cárcel, no sin antes requisarles los bienes que se hubieron robado.
Rubén Moreira es más cauto, astuto y pérfido que Humberto su hermano a quien en Texas hicieron públicas sus raterías, por lo que ya su tesorero Javier Villarreal está detenido por lavado de dinero, operaciones con dinero mal habido e incluso por ligas con el narcotráfico y la delincuencia organizada. Rubén seguramente tiene el dinero que se robó en efectivo en pesos y en dólares, seguramente guardados en alguna finca entre muros que los encubran, porque también el caso de Zhenli Ye Gon, quién tenía 205 millones de dólares en la sala de su casa, y a la intemperie, a Rubén le sirve de experiencia. O, ¿usted qué opina, estimado lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, podrás hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario