lunes, 29 de julio de 2013

Nuestras importaciones

Nuestras importaciones


La macroeconomía de México; un gigante con pies de barro; 80% y más depende del extranjero *De lo único que los mexicanos podemos presumir es de que tenemos un gobierno que sirve para Maldita la Cosa

El déficit que tiene México entre sus exportaciones e importaciones es realmente pequeño; es menor a mil millones de dólares anuales; es pequeño en el monto de nuestras operaciones porque México, al decir del secretario de Hacienda, nuestro país exporta más de mil 300 millones de dólares diarios; esto nos indica que importamos más de mil 300 millones de dólares por día; hasta aquí los números nos indican que vamos más o menos bien, pero si consideramos qué importamos y qué exportamos, veríamos que ese pequeño déficit es realmente pavoroso, ya que importamos muchos productos que por la ineficiencia de los productores nacionales y por las políticas de nuestro gobierno, podríamos ampliamente superar ese déficit convirtiéndolo en superávit, cosa que no sucede, de ahí nuestro talón de Aquiles.

Por ejemplo: El chile… México es país originario del chile y sin embargo, el que consumimos no lo producimos, tenemos que importar el 40% de nuestro consumo interno, y del otro 60%, más de la mitad lo controlan –financiándolo y comprándolo- empresas trasnacionales. Aquí en la Laguna, en Matamoros Coahuila, se siembran al año –en los últimos 3 años- cerca de 2 mil hectáreas de chile jalapeño, y el 90% lo compran empresas trasnacionales como Herdez, La Costeña, Del Monte y Clemente Jaques, convirtiendo nuestro productos en consumibles que generan valor agregado muy superior (400%) del costo del producto original, ¿Qué pasa con este valor agregado? Pues que un 80%, ese dinero de las utilidades va al extranjero y sólo el 20% de reinvierte en México. Lo mismo sucede con el café, el maíz, sinnúmero de oleaginosas y legumbres, y no es todo.

Con el petróleo acontece lo mismo, exportamos 40 mil millones de dólares por año e importamos, sólo en diesel y gasolina, 30 mil millones de dólares, y en aceites, lubricantes y otros derivados como Poliester, Nylon y rayón y polímeros, por mencionar algunos, importamos otros 35 mil millones de dólares, provocando que parte del déficit comercial y el grueso de las exportaciones, generen mayores utilidades a las trasnacionales que a empresas mexicanas; así podríamos ver en la minería y otros segmentos de nuestros productos y recursos naturales nacionales, las utilidades se vierten hacia el exterior y México se ha convertido en un importador neto de productos manufacturados y exportador de materias primas sin valor agregado y mano de obra abaratada, gracias a las políticas llevadas a cabo hace 8 meses con la reforma laboral, la que en realidad es una contra reforma que produce esclavos más que trabajadores y ciudadanos independientes y libres; lo que consumimos es de países extranjeros, sobre todo de EEUU y China.
Estas irregularidades provocadas por las políticas erróneas de nuestros gobiernos, han empujado al gobierno federal a rumbos indeseables cómo el que hay que cobrar IVA a alimentos y medicinas y regularizar al comercio informal; y privatizar el segmento energético con el fin de completar el gasto público, el que dicho sea de paso, es enorme por la nómina inflada del sector gobierno.

México ha perdido su soberanía alimentaria, comenzando por el chile, el maíz, frijol, arroz y trigo; ha perdido soberanía en la generación de energía porque el 52% de la luz que distribuye la CFE es generada por empresas privada extranjeras; está perdiendo la soberanía en la educación porque las políticas aplicadas derivan de “sugerencias” del Fondo Monetario Internacional; no tenemos ya, soberanía financiera porque la banca en México en un 88% es extranjera, y esta misma banca, si se lleva a cabo la reforma energética, por medio de la Bolsa de Valores, se adueñará de las enormes utilidades que generan los derivados del petróleo y de la industria petroquímica… entonces ¿en qué renglón México mantiene su soberanía? En nada mi apreciable lector, porque ni en política exterior e interior, somos soberanos, dependemos, nos guste o no, de los designios de Washington, y ¿cuándo comenzó la pérdida de autosuficiencia y soberanía en todos los rubros? Con la llegada de Carlos Salinas a la presidencia por medio de un fraude electoral, y hoy con Peña Nieto, nos guste o no, Salinas de Gortari y sus políticas, son las que imponen todas las reformas que Peña Nieto aplicará con la venia del Congreso. O ¿usted qué opina apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. 312 29 67 – E-mail ah.pd@hotmail.com

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