El “genocidio armenio” cumple 100 años esta semana que finaliza
Dossier ahpd 713 abril 26 de 2015
El “genocidio” perpetrado por Turquía contra el pueblo armenio es muy diferente en sus connotaciones, objeticos y alcances que el genocidio nazi que intentó exterminar a judíos y gitanos en sus zonas de influencia y dominio, y diametralmente opuesto en la intencionalidad al genocidio que hoy, en este momento los judíos perpetran contra el pueblo palestino.
El 24 de abril de 1915, en medio de la I Guerra Mundial, se dio este lamentable episodio que marcó el derrumbe de Turquía como un imperio que había durado 400 años. La alianza de Turquía con Alemania marcó el fin, reitero, del imperio otomano y fue en medio del “genocidio armenio” que el gobierno turco, entonces dirigido por “Los Jóvenes Turcos” mostró su debilidad y falta de aplomo ante la embestida de los aliados –Francia y Gran Bretaña- los que de antemano ya habían llegado a un acuerdo bélico con EEUU para desbaratar el imperio turco y repartirlo entre los vencedores. Ello provocó en parte este episodio sanguinario e inhumano, genocidio o no.
La persecución contra los armenios –en principio- se dio en Estambul el 24 de abril de 1915. Fueron detenido y deportados, cientos de prominentes armenios por la única razón; los “Jóvenes Turcos” que eran quienes gobernaban Turquía, tomaron esta medida por temor a un levantamiento que les complicase más su participación en la I Guerra Mundial. El Papa Francisco se ha referido a este genocidio como el primero en el siglo XX pero por razones que solo el Vaticano sabe, no se han mencionado el genocidio de los nazis contra judíos, gitanos y otras etnias consideradas por el régimen alemán, como gente inferior. Tampoco el Papa menciona el genocidio que en estos momentos los judíos de Israel perpetran contra el pueblo palestino.
El presidente de la Turquía actual, no está del todo de acuerdo con las declaraciones del Papa Francisco e incluso ha dicho que el Vaticano debería de abstenerse de seguir diciendo estupideces como la del “Genocidio armenio”. Francamente no sé cómo valorar los puntos de vista del presidente de Turquía ni los del Papa Francisco, pero lo que si vislumbro y se, es que el Vaticano se acoge a los dichos de los cristianos armenios sobre el número de víctimas, y el presidente de Turquía se basa en cifras históricas documentadas. Tampoco entiendo del todo el por qué el Vaticano se mete a este juego político que implica dinero que el estado turco debería pagar en caso de que se tipifique ese episodio como un genocidio. ¿Tanto pesa el dinero para la iglesia?
El genocidio implica –según leyes internacionales- que el perpetrador indemnice a las víctimas. ¿Con qué van a ser indemnizadas en caso de que se tipifique este genocidio? Con dinero, por supuesto, tal y como Alemania indemnizó a millones de alemanes por el genocidio nazi sobre judíos, gitanos y otras etnias “despreciables” según el estándar nazi. La indemnización solo llegó para los judíos, porque EEUU, Gran Bretaña y Francia, apoyaron a los judíos a cambio de que estos fungieran como cuatreros y sicarios contra los palestinos, para hacerse de La Palestina y fundar ahí una base militar –como ya lo es- al servicio de Occidente. El Papa Francisco no se ve imparcial al sacar a la palestra el caso de armenia de hace 100 años, como genocidio, lo que hace es favorecer, probablemente, a los cristianos de armenia con dinero de un gobierno musulmán, el de Turquía.
El Papa Francisco no muestra prudencia diplomática, por un lado habla del acercamiento del Vaticano con los pueblos musulmanes y por el otro atiza el garrote con acciones terribles contra un país musulman. El antiislamismo es muestra de estertor y de descomposición política que subvenciona EEUU para acabar con los regímenes como los de Siria e Irán, únicos en el abanico político del Medio Oriente y Asia Central que no se han sometido a los designios de Washington. Es un hecho que EEUU quiere acabar con Irán, Siria y Rusia –por lo pronto- y esto, en el mosaico geopolítico global se ve muy natural, lo que es anormal y un tanto convenenciero es que el Papa Francisco se inmiscuya en asuntos políticos como los sucesos de Armenia hace 100 años, con el único fin de beneficiar a la iglesia a su cargo con dinero, porque si en tribunales internacionales se tipifica el genocidio armenio, solo llegarán beneficios pecuniarios, por lo mismo las declaraciones del Papa Francisco dejan mal parada a la iglesia. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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