Tras el fracaso militar y político y ante tal desprestigio por el genocidio en Gaza, los judíos roban –“expropian” dicen ellos- 400 hectáreas en Cisjordania, Palestina, para albergar a 20 mil judíos de Europa del Este.

 Israel y la judería… ¿un peligro para el mundo?

dossier ahpd 538                                                    septiembre 3 de 2014

Tras el genocidio judío contra los palestinos y el fracaso bélico y político del ejército judío israelí, el gobierno criminal opta por el robo de tierras,leitmotiv de la existencia del estado paria de Israel, remedo de hogar nacional para los judíos, convertido en la praxis en base militar gringa.

Luego del genocidio perpetrado por los judíos contra la humanidad de niños, mujeres y ancianos palestinos en Gaza en 51 días (Julio 6 agosto 26-2014), la judería internacional se percata de su derrota y su desprestigio ante el mundo y se ha vuelto muy activa en promocionar “la grandeza” de los judíos culturalmente, cuestión absolutamente irrelevante como falsaria. El judío ha creado una fama, a lo largo de su historia, que no puede sacar de sus alforjas sin embarrarse con sus muy particulares miasmas. Nadie puede negar que la judería brilla en el mundo por el dinero que tienen, por los Premios Nobeles comprados -la mayoría de ellos. Con esos galardones metálicos y la fama adquirida, hipotecariamente, cree que el mundo les debe guardar un respeto tan particular, que deben de justificarle sus crímenes de lesa humanidad, solamente por ser judíos.

El mundo se ha movido en los últimos 5 mil años, por medio de las guerras y la economía, en ese orden. En los últimos 200, por medio de la economía y la guerra, en orden invertido. El fin del colonialismo marcó el cambio: los judíos llegaron tarde al reparto colonial, y su dinero, sin importar el tamaño de sus inversiones, ya no les alcanzó para hacerse de Palestina de manera integral. Negociaron con Gran Bretaña, Francia y EEUU la apropiación de manera intermitente y de forma paulatina -sin importar los costes- de Palestina en su totalidad. Muestra de ello es que el 30 de Agosto del 2014, días después del alto al genocidio en Gaza, expropiaron 400 hectáreas de tierras en la parte cisjordana de Palestina para poder albergar a otros 20 mil judíos acarreados de Europa del Este, en donde cada día son vistos, o se sienten, como entes apestosos.

La parte honesta del mundo, la que por cierto no es muy amplia, se pregunta, ¿por qué Palestina y los palestinos tienen que cargar con este fardo que resulta y representa la judería? Y esa cuestión ha llevado a algunos judíos, sobre todo a los ortodoxos religiosos, enemigos del sionismo, a buscar otros espacios y ya están colonizando zonas de América Latina, no ya de manera citadina, sino en colonias específicas como las de los mormones y menonitas. Los judíos no son tontos y prefieren habitar lugares más pacíficos y con mayor futuro; ven a Israel como una base militar gringa y no como un hogar nacional judío, por ello empezaron a asentarse en zonas del sur de México y de Centro América formando colonias en lugares tan específicos en los que lo que sobra es agua límpida, buena tierra, aire puro y sobre todo, en las entrañas de la tierra inconmensurables riquezas como las de los minerales radioactivos como el uranio, plutonio, estroncio y otros símiles que sirven para la construcción de energía nuclear y armas atómicas.

Los judíos tienen intereses de tierras así en Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Guerrero y Quintana Roo, en donde planean fundar colonias de judíos ortodoxos para aparentar ser un movimiento religioso –como el de los Testigos de Jehová- pero con intenciones pecuniarias y del orden hegemónico.

En Guatemala ya cuentan con varias colonias, y en una de ellas ya han encontrado oposición con pueblos mayas que no los soportan por su talante y soberbia, por su arrogancia y racismo. Han creado un conflicto descomunal que se ha resuelto expulsándolos de esas áreas mayas guatemaltecas, sin embargo, por el cinismo que les caracteriza le han pedido a las autoridades un plazo de 8 meses para irse de ese lugar. El gobierno de México y su servicio de inteligencia, el CISEN, lo saben y no hacen lo conveniente y pertinente, prefieren hacerle caso a los ordenamientos de Washington en el sentido que “vigilen” a los musulmanes en México, porque por medio de ellos –según la CIA- pueden infiltrarse en EEUU para cometer actos terroristas como el del 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York. Yo opino, y estoy seguro que muchos funcionarios del CISEN también, que el peligro para México viene de parte de los judíos y no de los musulmanes, porque los musulmanes –según la CIA- podrían instalar en México bases de terror, cosa que los judíos ya cuentan con bases delincuenciales y de terrorismo en México. ¿Por qué Osorio Chong, Murillo Karam y Meade Kuri-Breña no hacen nada al respecto? O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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