La Laguna puede desarrollarse óptimamente porque tiene todos los elementos necesarios, y sin necesidad de escindirse de Durango y Coahuila... ¡Sí se puede!

Es válido hacer propuestas no solo críticas / 1ª PARTE: Desarrollo Lagunero

Dossier ahpd 540                                            septiembre 6 de 2014

La Laguna cuenta con los elementos humanos, económicos, anímicos y naturales para ser LA GRANJA DE MÉXICO, optimizando los sistemas de producción y desarrollo en la agricultura, la agroindustria, la industria, el comercio y los servicios, y no hay necesidad de escindirnos de Saltillo o de Durango como una entidad federativa diferente o nueva. ¡Sí se puede!

Una señora de apellido Salas, en su legítimo derecho y con justa razón, me llamó la atención por mis críticas específicas a quienes se manifestaron en las oficinas de la pasteurizadora LALA para pedirles que ya dejen de expoliar el agua de los mantos freáticos de La Laguna. La cuestión es que consideré dicha protesta ante las puertas de LALA en sus oficinas de la Av. Cuauhtémoc en Torreón, como una cuestión tibia porque no es LALA la responsable sino Eduardo Tricio, la pandilla de socios que le acompañan en dicha empresa, David Korenfeld y José Armando García Triana de CONAGUA y el gobernador Rubén Moreira. No me retracto de mi crítica pero sí acepto de buena gana porque es justo, y necesario, también hacer proposiciones de solución a los problemas que nos embargan a los mexicanos, en este caso a los laguneros.

Gracias a la señora Salas, investigué las formas de ahorrar el vital líquido; he hablado con especialistas de empresas líderes a nivel mundial y sí hay formas de ahorrar agua y hacer de La Laguna “LA GRANJA DE MÉXICO” y sin necesidad de escindirnos de Durango y Coahuila como lo pretenden oligarcas ligados a LALA, SORIANA y otras empresas depredadoras del agua lagunera. Pero también hay formas de que el agua contaminada por arsénico y otros metales pesados que afectan nuestra salud pueda ser tratada. Aquí en este rubro también inciden los mismos responsables del expolio, me refiero a Rubén Moreira, Korenfeld, García Triana, los grandes expoliadores de nuestra agua –que son muchos por cierto- entre los que destacan PEÑOLES, CEMEX, Cocacola, Pepsico, Cervecería Modelo y La Comisión Federal de Electricidad, entre otros.

Para ahorrar agua pondré dos productos como ejemplo: Tomate y Chile Jalapeño. En el tomate, una hectárea regada tradicionalmente produce anualmente de 40 a 50 toneladas, en un vivero tecnificado de la manera más rústica, con dosificadores de agua y sustancias que el producto requiere, se podrían producir 200 a 250 toneladas de tomate con cuatro veces menos agua que la que se utilizaría tradicionalmente. El costo no es bajo, pero para diez hectáreas, 8 millones de pesos serían suficientes para tecnificar dicha producción. Efectivamente el costo es alto, pero hay quien lo financie, y se puede recuperar la inversión. Con el chile se puede hacer algo similar que con el tomate e incluso usando un poco menos de agua. En Matamoros, Coahuila (La Laguna) se siembran de chile jalapeño 1,800 a 2,300 hectáreas al año, pero qué nos ganaríamos con ese ahorro de agua si por cada kilo de carne vacuna producida en La Laguna, se derrochan 15,500 litros de agua, y para producir un litro de leche de vaca, el gasto es de 19.800 litros.   

Entonces para solucionar los problemas del agua y los de la salud junto a la economía por añadidura, habría que planificar el DESARROLLO y el PROGRESO de La Laguna con métodos modernos acordes a necesidades nuestras y no a las de quienes expolian los mantos freáticos.

Hay que revivir, restaurar o recuperar EL ESPÍRITU LAGUNERO que logró antaño hacer de la comarca un emporio. Se requiere de liberar nuestra conciencia de prejuicios, mitos y suposiciones. Todo es perfectible, y pondré otro ejemplo: Cuando vine a La Laguna, hace 52 años, el negocio más próspero de ropa y telas era LA SORIANA, la que en la Av. Hidalgo y Valdés Carrillo, contaba con unos 1700 Mts. Cuadrados entre el piso a nivel de calle, el sótano y el mezanine, y por el empuje de sus dueños se optó por adoptar un Método Mercantil Moderno, para que cada peso de venta por metro cuadrado de piso, se convirtiera en un peso 50 centavos o más, y con el mismo costo de operación. Se logró. Después vino una nueva experiencia con el mismo Método Mercantil Moderno, y la SORIANA vende más de 2000 veces de lo que vendía en cuatro establecimientos -hace 45 y 46 años-, dos en Torreón y dos en Chihuahua. O ¿Usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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