sábado, 4 de octubre de 2014

México tiene una vía cierta para salir de las crisis recurrentes y catastróficas, y dos caminos imaginarios, revolucionemos la sociedad pero pacíficamente




México se acerca a otro aniversario de su independencia en condición de desastre: Pedro Miguel.


Dossier 542                                          Septiembre 9 de 2014

Analistas y periodistas expertos, no vendidos a los designios del Estado, ven un deterioro nacional provocado por la falta de oficio de quienes nos gobiernan. Sin embargo no todo está perdido, podemos progresar revolucionando –pacíficamente- a nuestra sociedad. Nuestro gobierno ante las propuestas pacíficas pero revolucionarias, no representa una oposición.

Todos los analistas políticos y periodistas nacionales y extranjeros, que no están vendidos al gobierno de Peña Nieto, opinan que México está al borde del desastre; todos los índices lo señalan, contraponiéndose al discurso del presidente y de sus secretarios, los que negando la realidad, le apuestan a decir falsedades como la que el país va por buen camino, cuestión absolutamente falsa. México no va hacia el desastre, está en medio del desastre en los rubros de la política, la economía, la pobreza extrema, la educación, la seguridad, la corrupción y la violencia. Apuesta el gobierno de Peña Nieto a falsear la realidad y a dar datos edulcorados que no paran en mientes, apostando, reitero, a que la gente, los mexicanos comunes, somos tontos y olvidadizos. Se nos puede prometer cualquier cosa sin cumplírnosla que al cabo de poco tiempo lo olvidamos.
“El estado de la economía, dice Pedro Miguel, ameritaría echar a los integrantes del gabinete de Peña Nieto y devolverlos al primer semestre de la carrera que estudiaron. De casi dos años de crecimiento mediocre e insatisfactorio, estamos ante la perspectiva de un terrible fracaso. La Secretaría de Hacienda se cura en salud diciendo que el año 2015 tampoco será de crecimiento, que la economía seguirá a la baja porque se “esperan presiones a las finanzas públicas”; el grupo gobernante prometió que con las reformas constitucionales, las que de facto son contra reformas y anticonstitucionales, habría un detonador de un crecimiento esplendoroso, cosa que resultó al revés en lo absoluto.
La violencia delictiva no ha cesado, por el contrario, se ha incrementado según los indicadores; a eso hay que agregar la violencia represiva que ha contagiado a gobernadores como a alcaldes y otros funcionarios de toda laya, inspirados y amparados en la impunidad.”
Hasta aquí y por el estilo es la opinión de los analistas, politólogos y periodistas que no han vendido su conciencia al gobierno de Peña Nieto. A pesar de ello, Peña Nieto insiste en “convocar al pueblo” a que caminemos juntos hacia el progreso y desarrollo “que sus iniciativas, reformas a la Carta Magna y leyes secundarias agregadas generarán”; sin embargo, todos sabemos que no habrá tal desarrollo y progreso y que Peña Nieto ni idea tiene de que el país está el borde de un abismo, del desastre y de una catástrofe incalculable.
Basándonos en hechos y realidades y no en discursos, podemos suponer que no todo está perdido, que podemos progresar a pesar de este nefando y nefario gobierno; que podemos acceder al desarrollo de nuestra persona, familia y negocio sin distraernos con discursos que mienten y engañan. México somos todos y cada uno de los mexicanos. Nunca vendrá un gobierno a sacarnos de la miseria y el subdesarrollo, lo hemos palpado desde 1983 a la fecha.
Gobierno tras gobierno nos ha mentido, engañado, robado, prometido y no cumplido, ¿por qué habríamos de creerle ahora al gobierno de Peña Nieto? El presidente, por sus incapacidades, está revolucionando todo para que todo siga igual; los mismos de arriba robando a los mismos de abajo; los ricos más ricos y los pobres más pobres y en mayor número. Creo que todo, en efecto, se puede revolucionar de manera pacífica, sin exabruptos ni violencia, pero no habría que confiar en un gobierno que nos ha mentido una y mil veces. Hagámoslo de manera personal, familiar o en grupos sociales afines con gente homogénea que piense que no hay un solo camino para salir de la miseria: son varios y uno de ellos es La Revolución Social, pero reitero, pacíficamente, y con una sola meta, hacer progresar y desarrollar positivamente nuestra persona, nuestra familia, nuestro entorno, la comarca y nuestra sociedad en su conjunto. Los otros dos caminos, inciertos e imaginarios por cierto, son la iglesia y la taberna. O ¿Usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

Zuloaga 22 CP 27140 Torreón Coahuila Tel.Cel. 871 211 95 91 blogspot http://eleccionesizquierda.blogspot.mx/, E-mailah.pd@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de las coaliciones.

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de...