Octubre debería olvidarse
Dossier ahpd 557 octubre 2 de 2014
¿2 de Octubre no se olvida?... ¿No sería mejor olvidarlo y ponernos a trabajar y resolver los problemas del presente? Son muchísimo más graves que los actos ignominiosos de 1968 y es un imperativo que no nos dejemos distraer con la conmemoración del 2 de octubre. Es un instrumento y herramienta del gobierno, cada año, un distractor de los problemas del ahora.
Desde 1968 a la fecha se conmemora el dos de octubre como un día en el que la ignominia rebasó los límites de la cordura a la que México y los mexicanos se habían acostumbrado en los últimos 20 años anteriores al 68. Tlatelolco, La Plaza de las Tres Culturas, San Idelfonso, los desaparecidos. Los muertos, asesinados por los comandos entrenados por el gobierno identificados con un guante blanco en señal de pertenencia a la pandilla del presidente, del secretario de gobernación y del ejército que se prestó al crimen de lesa humanidad y lesa patria. Hoy, 2 de octubre del 2014, a 46 años de esa masacre ignominiosa, se enmarca con tilde de bestias tanto al presidente Díaz Ordaz como a algunos de sus secretarios.
No cabe duda que Díaz Ordaz, Echeverría, Corona del Rosal y una decena de malditos políticos y funcionarios públicos se comportaron como unos verdaderos animales, como sanguinarios verdugos de una juventud que aun creía en la justicia, pero ahora, a 46 años de distancia, creo que vale la pena olvidar esa masacre que zahiere los más caros sentimientos de la juventud creyente en la paz, la libertad, la justicia y la equidad, porque haciendo un recuento en el tiempo del pretérito imperfecto que nos recuerdan las luchas por alcanzar nuestros anhelos, nos percatamos que en el pretérito perfecto, el específico posterior a 1988, con Carlos Salinas en lugar de Díaz Ordaz en Los Pinos, las masacres se acrecentaron, los muertos fueron mayores en número y se puso en boga la desaparición y ejecución masiva de sujetos incomodos para el régimen en turno.
Posteriormente llegó por la puerta de atrás, de manera fraudulenta a la presidencia, Felipe Calderón, un sanguinario carnicero, un tipo más pequeño que mediocre, cuasi enano, de ahí su comportamiento animal y su complejo de hijo desobediente cuando era un hijo de tal por cual. Entonces los asesinatos, los abusos contra niños, mujeres, jóvenes, gente madura y ancianos, se dieron como la mala yerba que crece y se expande por todo lo ancho y largo de México. 28 mil desaparecidos reconoce el gobierno –hubo más de 37 mil; 70 mil ejecuciones sumarias aceptan las autoridades –hubo más de 90 mil- y tan solo de diciembre del 2006 a noviembre del 2012. Del 1º de diciembre del 2012, con Peña Nieto en Los Pinos, las cosas siguen igual y en unos casos peor y… con todo y esto seguimos recordando el 2 de octubre ¿Estamos locos acaso?
El dos de octubre es ya puro romanticismo comparado con lo trágico del presente. El propio gobierno promueve la conmemoración y recordatorio del 2 de octubre como un simple distractor de la brutalidad que nos envuelve en el presente. Esa parodia montada por Gobernación para que Osorio Chong hablase con los jóvenes del Politécnico fue una puesta en escena –performance- de poca monta sin contenido ni imaginación, fue una obra tragicómica de teatro de carpa, montada exprofeso para un pueblo, el de México, el que el gobierno considera estúpido y lerdo.
Una persona, un grupo de gente o un pueblo y nación, con imaginación propia y un plan definido de sus acciones, llega a cualquier parte y a cualquier meta que se marque, pero una gente a la que cada año hay que hacer que recuerde el 2 de octubre con frases huecas como la de “El 2 de octubre no se olvida”, no llega a ningún lado, tal y como nos ha sucedido desde el 2 de octubre de 1968 a la fecha. Hemos retrocedido en todo, y tengo dos botones de muestra. Me refiero, uno, al crecimiento del país: de 1940 a 1982 crecimos al 7% en promedio y en los últimos 32 años, de 1982 a la fecha, estamos creciendo en menos del 1.7%. El otro botón es el salario: en el 68 con el salario mínimo se podía comprar 1.98 veces la canasta básica recomendable; hoy a 46 años de distancia, solo el 32% es adquirible con el salario de hambre que el gobierno y los empresarios han diseñado. Entonces ¿para qué machacar cada año el 2 de octubre? Mejor, hagamos frente a los problemas de hoy, aquí y ahora. Son más graves y es imperativo resolverlos. No nos dejemos distraer por romances del pretérito. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 CP 27140 Torreón Coahuila Tel.Cel. 871 211 95 91 blogspot http://eleccionesizquierda.blogspot.mx/ , E-mailah.pd@hotmail.com
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