Triángulo México, Israel y el Mundo
La comunidad judía de México a través de La Cámara de Comercio México-Israel intenta, entre otros negocios, adquirir el control de agua en La Laguna. ¿A cambio de qué? De armamentos para que México se militarice como lo está Israel.
Meny Samra Cohen, miembro de la comunidad judeo/árabe de México y presidente de la cámara de Comercio México Israel, tiene en la mira, y además externó el deseo, que la comunidad judía de México, los judíos mexicanos, podrían coadyuvar a conformar un triángulo de negocios al que denomina TMCIM (triángulo Comercial México-Israel-el Mundo) con el fin de hacer crecer el flujo comercial México Israel – Israel- México. Este, hoy representa el 0.06% del intercambio comercial de lo que México exporta e importa al resto del mundo, o sea, una cifra que ronda los diez mil millones de dólares por año y la intención es incrementarla a los 35 mil millones de dólares anuales, sumando lo que México exporta a Israel y lo que importamos a México de ese país.
Hay que recordar que hace 14 años se implementó un TLC México Israel con ese fin precisamente. Fin que sólo ha servido para que Israel nos abastezca de armas primordialmente y de otros productos para la agricultura, ordeña y el riego por goteo, no más; cosa que ha sido adversa para los intereses de México porque exportamos materias primas -petróleo entre ellas- e importamos armamentos, productos de seguridad en lo que los israelíes son “expertos” y algunos insumos de la agricultura como implementos de ordeña o de riego, reitero, distribuidos por la empresa israelí Netafin, la que de la mano de funcionarios públicos judíos del estado de México está adquiriendo contratos de nuestros servicios de agua privatizados a ellos.
Los intercambios del TLC México-Israel han sido en lo absoluto tan dispares e inconvenientes para México que, como lo he dicho, ellos el grueso de lo que nos venden son armas y controles de seguridad que solo sirven para convertirnos en un México castrense al nivel de la militarización israelí. La firma de este Tratado de Libre Comercio México-Israel no se dio de manera espontánea sino que obedeció a las necesidades e intereses judíos en México no a los nuestros, porque prácticamente dicho Tratado nos fue impuesto por los designios de Washington para que México colabore con EEUU a sostener financieramente un Estado que aún no ha definido siquiera sus fronteras y que, a pesar de llevar más de 66 años de existencia dentro del marco internacional de naciones, aún no se mantiene con sus propias fuerzas:EEUU y la comunidad mundial judía tienen que estar subsidiando a Israel con sumas superiores a los 15 mil millones de dólares por año, para usarlo, a Israel, como bisagra y punta de lanza para las Guerras de Medio Oriente y África.
Por ello me pregunto: ¿Qué necesidad tiene México de fortalecer este Tratado Comercial que nos es adverso? De ahí el interés de los judíos de México en hacer crecer este flujo de materias primas de México hacia Israel y de armas y finanzas basura de Israel a México. Con este tipo de Tratados los judíos mexicanos intentan fortalecer a Israel y no a México. La disparidad en el flujo y reflujo de productos y materias primas es el quiddel asunto, indicándonos con ello que los judíos de México son más judíos e israelíes que mexicanos.
Este y otros son los inconvenientes de hacer negocios con Israel. Recientemente, con otro pretexto pantalla –la feria del libro- vino el presidente judío Simón Peres a firmar la privatización del servicio de aguas de Veracruz, van sobre el agua de San Luis Potosí, de Sonora, el estado de México y de La Laguna vía la empresa judía, Aguas de Barcelona. Ya han privatizado el agua de Saltillo y de Ramos Arizpe, aunque esta última deshizo la privatización por inconveniente y tuvo que indemnizar a Aguas de Barcelona con 24 millones de pesos. También sus “técnicos en agua” han venido a la Laguna a decirnos la forma de priorizar el servicio del agua en La Laguna. El interés de ellos es hacerse de SIMAS y las empresas de distribución de agua potable y de riego en La Laguna, con el fin de coadyuvar con las finanzas de Israel –y quizá de socios de la explotación del gas shale-, importándoles un comino las finanzas, el desarrollo y el progreso de México. Por lo mismo, considero que hacer Tratados con naciones parias, como Israel, nos acarreará miserias y pérdidas pecuniarias y de soberanía, por lo que veo inconveniente coadyuvar con los judíos de México a la formación del mencionado Triángulo de Negocios México-Israel y el Mundo. ¿Por qué? Porque Israel más que una nación es una empresa trasnacional con sede en Washington. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mailah.pd@hotmail.com
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