El PAN está hasta la madre
Augusto H. Peña Dossier a 78 junio 20 del 2013
Los colonos de Torreón Jardín no quieren ver jóvenes en sus inmediaciones; temen que quienes no son de su clase, los contaminen; en cambio toleran que PEÑOLES y CEMEX los envenenen *Prefieren ver sus calles patrulladas por policías de toda laya y por militares, con tal de no saber nada de los otros.
Recientemente el señor Gustavo Madero, presidente del PAN, dijo estar hasta la madre de los políticos de otros partidos, y al mismo tiempo un grupo mayoritarios del propio PAN, dijeron estar hasta la madre de Gustavo Madero; preguntémonos… ¿acaso la población no está hasta la madre de los panistas y priístas? Y no pasa nada, el cinismo se hizo costumbre, y estar hasta la madre también; todos estamos hasta la madre de todos los demás, de los que no piensan como nosotros y los que no comulgan con nuestras ideas e intereses. Recientemente en Torreón se dio un caso peculiar en el que miembros del PAN son los protagonistas; han recabado firmas entre vecinos de Torreón Jardín para protestar porque la Universidad Autónoma de Durango, compró los terrenos que antes ocupó el colegio Torreón Jardín, en los linderos de esa colonia con la Lucio Blanco. No quieren ver gente joven en sus calles porque creen que la delincuencia aflorará y, como ya están hasta la madre de la violencia e inseguridad, optaron por cerrarse a los diferentes a ellos.
La zona a la que me refiero está en la Av. Mayrán, frente a donde estaba el Colegio Americano y muy cerca de donde se ubicaba la escuela Pereyra; zona y avenida de colegios; la cuestión es que esos terrenos están en la zona escolar de Torreón Jardín. El Colegio Americano, por obvias razones, cambió de dirección al igual que la Pereyra, y el colegio Torreón Jardín cerro porque así convenía a sus intereses, La universidad Autónoma de Durango compró dichos terrenos y consiguió los permisos correspondientes para construir ahí su plantel, incluso consultó con los colonos y dijeron no tener inconveniente alguno, sin embargo, líderes del PAN, los que siempre están en lucha –contra el PRI- por apoderarse del liderazgo de dicha colonia, alzaron su voz ante nuestro pequeño alcalde y lo forzaron a cerrar la obra e incluso poniéndole candados a la propiedad. Los nuevos dueños se ampararon y quitaron sellos y candados porque la ley les asiste.
¿Qué le pasa a nuestra ciudadanía?... ya no quieren saber nada de los demás, ya muchos quieren convivir sólo con los propios e ignorar a los extraños, a los otros, los que para nada son igual que nosotros; esto demuestra que somos una sociedad cerrada y dependiente de una especie de exclusivismo rampante que enmarca las clases sociales, ya no en jodidos, clase media y rica, si no en ellos y nosotros: Todos quieren cerrar sus colonias, quieren resolver su problemas atacando la violencia por sus nefastas consecuencias pero nada hacen por ver las causas, atacarlas y resolverlas; se van por la vía fácil: Despreciar al otro y cerrarse hacia los demás, presionando a la autoridad inepta y corrupta para que les resuelva su problema inmediato y, precisamente esta tendencia a la inmediatez es lo que tiene a Torreón en una eterna crisis social. Los de Torreón Jardín ya nada dicen del plomo, arsénico y cadmio de PEÑOLES, prefieren tragarse esos y otros venenos que expelen PEÑOLES y CEMEX, aunque las enfermedades los tengan hasta la madre.
Hay una calle en Torreón Jardín en donde hay más de 10 señoras que padecen cáncer de seno y de otros tipos, sin embargo nada hacen, no protestan, como que sienten que su destino ya es ese, padecer sinnúmero de enfermedades, causadas por PEÑOLES, CEMEX y la autoridad que se vende por ciertos favores y poco dinero para que un día sí y otro también, los ciudadanos se enfermen; y mientras, los ciudadanos de Torreón Jardín, como botón de muestra, se pelean entre sí por apoderarse del liderazgo de su colonia; unos amparados por el PRI y otros recargados en el PAN. ¡Qué bonita sociedad conformamos!... peleándonos entre nosotros, y mientras, desde Saltillo, una pandilla de políticos, dirige nuestro destino de mil maneras, una de ellas, promoviendo nuestra división con la creación del Estado de la Laguna, el 33, el que nacerá cual feto muerto, maloliente y, dependiente de los de Saltillo. ¡Ah!... olvidé decir que los colonos enviaron al nuevo dueño a ver qué opinaba el cura de la iglesia. ¡Qué barbaridad! O ¿usted qué opina apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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