martes, 11 de junio de 2013

Policias comunitarias: solo permitidas a los ricos.



Las policías comunitarias

Las policías comunitarias hacen el papel de guaruras de ricos y políticos, y son entes legítimos *Legítimos que no legales, ante la incapacidad del gobierno de dar seguridad a la población. Murillo Karam lo sabe
El ejército, la Marina, la Policía Federal, la Procuraduría General de la República y los gobernadores en donde han proliferado policías comunitarias para defender sus intereses de maleantes de toda laya, han puesto el grito en el cielo; tildan de ilegal y anticonstitucional a dichos organismos de auto defensa de comunidades pobres en algunos estados, sobre todo de indígenas de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca; sin embargo no ven que este tipo de auto defensa ya existe desde hace muchos años, sólo que esos grupos existen no para proteger a los pobres y a los indígenas, si no, a los ricos. Hoy hay 7 mil agencias de seguridad privadas al servicio de las empresas y de los ricos que pueden pagarles; los hay judíos venidos de Israel, especialistas en matar y rajarles la cara a cualquiera por unos pesos; los hay norteamericanos y europeos; incluso colombianos, en suma, es un desmadre, porque cada agencia de seguridad privada y cada grupo de guaruras –así les dicen coloquialmente a los agentes de seguridad de los ricachones- es un ejército particular privado, y una policía comunitaria; entonces… de lo que se trata es de que los jodidos estén indefensos.
Con el fraude electoral de Carlos Salinas, este tipo de agencias proliferó, explico: Un magistrado de Torreón, su esposa, la mía y yo, asistimos a una fiesta familiar de unos amigos judíos de la ciudad de México, 96% de los asistentes eran judíos, y entre sopa y platillo fuerte como entre postres y el cognac, el tema era ese: “Si vas a una fiesta por la noche –hablo de quienes tienen dinero para darse ese lujo- no van en auto, le llaman a una agencia de seguridad privada para que los traslade a la fiesta, y al término de la pachanga, les llamas de nuevo, vienen por ti y te trasladan a tu domicilio” Estos agentes, mexicanos y extranjeros, portan armas largas, tienen una logística de guerra con Plan B y C por si las moscas y se mueven como unos expertos en guerra urbana. En Torreón, por esas mismas fechas, sucedía lo mismo pero de diferente manera.
En Torreón, -en 1988- riquillos y ricotes se reunían en Prol. Colón y Zuloaga, Col. Los Ángeles, cada semana, con autoridades para planear su defensa ante delincuentes, por robo y secuestro. Fue así como comenzó el problema, nacieron policías antisecuestros, ejércitos particulares; Zetas, Templarios y otros. ¿Por qué? Porque los gobiernos en los tres niveles no tuvieron capacidad de cumplir con sus obligaciones respecto a la seguridad de los ciudadanos; entonces, ¿por qué los pobres no pueden acogerse a tener una policía comunitaria para que los defienda, incluso de las policías corruptas? Salinas, hace 25 años trajó ejércitos de judíos israelíes para amedrentar y asesinar a seguidores de Cuauhtémoc Cárdenas, mataron más de 600 y así empezó el caos.
Todo aquel que quería, y podía pagar los servicios de un ejército particular, lo tuvo y lo tiene. ¿Recuerdan al pozolero que deshizo en sosa cáustica y ácido a más de 300 personas? Fue entrenado por judíos israelíes traídos ex profeso para deshacer cuerpos. ¿Qué les parece?
Yair Klein y Amiram Nir, un general judío especialista en entrenar asesinos, y un agente connotado del Mossad, experto en montar aparatos desestabilizadores de empresas y gobiernos, vinieron a México con la venia de Miguel de la Madrid y Salinas, los mandó George Bush padre y el general Alexander Haigh, para desde México, desestabilizar en Nicaragua a los sandinistas, y derrocarlos; hicieron un gran negocio con venta de armas a Irán, subrepticiamente, de ahí que el complot –o compló como lo diría el peje- se denominó Irán / Contras. Este explicativo tiene dos objetivos. Uno.- Decir que de las entrañas del gobierno federal nos vinieron males e inseguridad, permitieron la entrada de asesinos israelíes; se quedaron y fundaron empresas de lo que saben hacer. Y 2.- Pedirle al subprocurador de la PGR para cuestiones de derechos humanos, Ricardo García Cervantes, que no pierda el tiempo ni dilapide dinero del erario en buscar desaparecidos; están bien muertos, muchos de ellos pozoleados, fraccionados y convertidos en minúsculas partículas, o en cenizas en hornos funerarios. O ¿usted qué opina apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila – Tel. 312 29 67 – E-mail ah.pd@hotmail.com

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