Todo lo sucedido en este sexenio hará perder al PRI la presidencia, y quienes lo suplan van a tener una doble tarea
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1484 Julio 16 del 2017
En el ocaso de este sexenio se distinguen quienes ignoran la ley y no aman la verdad, me refiero a Peña Nieto, a Osorio Chong, a Murillo Karam, Pedro Joaquín Coldwell y todos y cada uno de los encargados de alguna cartera o secretaría de Estado en este gobierno. Estos mencionados y muchos más que conforman este gobierno, incluyendo a los Moreira y a Ochoa Reza, se han distinguido por marrulleros, tramposos mentirosos, corruptores y corruptos
Todo lo sucedido en este sexenio hará perder al PRI la presidencia, y quienes lo suplan van a tener una doble tarea, empezaran de menos de cero y su principal tarea es hacer que México logre con otro impulso retornar a las épocas anteriores al 1º de diciembre de 1982. Después de eso, su principal tarea será recuperar el poder adquisitivo de los salarios e impulsar el progreso
Este sexenio se consumió en la hoguera de las mentiras y de las trapacerías y rapacerías. Quienes conforman este gobierno no han sabido mostrar ni un ápice de capacidad ni decencia. Han pasado más de cuatro años y medio de este gobierno y México se encuentra en los linderos del desastre y los mexicanos se ahogan en la miseria producida precisamente por la ineptitud y corruptelas de quienes gobiernan. La verdad la han ignorado, sus capacidades están ausentes, su buena fe es inexistente, y los resultados son este desastre en el que todo lo que brilla es la falta de progreso y desarrollo nacionales. En cuatro años y medio transcurridos, Peña Nieto y sus corifeos han hecho crecer en 9 millones el número de pobres y en el doble la deuda nacional. Las cacaraqueadas obras de Peña Nieto son entre otras El Paso Exprés en Cuernavaca que ya cobró dos víctimas, y el costo presupuestado se infló de mil millones presupuestados a dos mil millones.
Todo lo que inaugura Peña Nieto está inconcluso, sus reformas al Estado entre las que destacan la laboral, la educativa y la fiscal, entraron en un retroceso. Los únicos beneficiados en este gobierno han sido los políticos, gran cantidad de funcionarios públicos y los grandes empresarios. Quienes han sino los perjudicados son: 124 millones de mexicanos que han asumido –queriendo y no- el papel de víctimas del sistema político implantado por el padrino y mentor de Peña Nieto, me refiero a Carlos Salinas, el jefe de jefes de la mafia del poder. Los ciudadanos no han permanecido al margen de los acontecimientos, con sus sufragios lograron arrebatarle a la mafia del poder, siete gubernaturas, y en el 2017, de cuatro estados en contienda electoral, le hicieron perder al PRI las cuatro entidades, aunque Peña Nieto y la mafia, pretenden hacerse en base a marrullerías y un contubernio con el INE y los Institutos Electorales del estado de México y de Coahuila, de dos triunfos inexistentes, cosa que nos demuestra que el PRI está en un estado terminal.
El que el PRI se haya demolido desde sus cimientos se debe al odio, desprecio y repudio de los ciudadanos, los que no han encontrado las formas exactas y necesarias para sacudirse a esta saca de alacranes que nos gobiernan. El gobierno de Peña Nieto repite sin cesar que la inmensa cantidad de crímenes de toda laya que se perpetran en el México actual se debe al “Crimen Organizado”. Esto es un eufemismo que niega la verdad, la realidad y los motivos de dichos crímenes. Hay grupos disidentes, políticamente hablando, que han recurrido a las armas para enfrentar al gobierno, son grupos varios pintos como el EPR, por poner un ejemplo.
El EPR (Ejército Popular Revolucionario) cuenta con un brazo político inmiscuido subrepticiamente en otros partidos políticos, incluyendo el PRI. Tiene en su dirección cinco comandantes, cuatro hombres y una mujer, ellos son: los comandantes Francisco, Antonio, Vicente, José Arturo y Victoria, seguramente sus nombres verdaderos son otros y es probable que estos cinco personajes operen dentro de la cosa pública, disimulada o subrepticiamente. Podría incluso uno de ellos tener un puesto en los Pinos, y los otros pudiesen ser legisladores o estén enclavados en algunas secretarías de Estado, en el ejército, la marina o hasta en la Suprema Corte de Justicia, desde donde esos puestos –si es que los tienen- han hecho un trabajo de zapa para corroer las entrañas del sistema de gobierno. Ignorar estas posibilidades sería un garrafal error de los sistemas de inteligencia de Estado con los que cuenta este gobierno.
El EPR no es seguramente el único movimiento contra el gobierno. Desde la clase empresarial hay quienes ´pudieran estarlos abasteciendo de los pertrechos necesarios para sus tareas insurgentes, o bien, la propia embajada de EEUU les brinde apoyos de algún tipo para mellar el funcionamiento del régimen. Normalmente es así como opera la CIA y otros medios de inteligencia de EEUU para hacer caer a los gobiernos, y poner en su lugar a otros personajes más afines a sus intereses. Yo lo vislumbro desde mi trinchera como algo probable y estoy en lo cierto que el propio presidente Peña Nieto así lo siente y lo cree, de ahí deduzco que se siente acorralado en un laberinto del que no ha podido salir, y por lo mismo supongo que haya tomado las medidas estúpidas de espiar a las personas en las que debería confiar, si es que su meta fuese el hacer de este gobierno algo digno y capaz de sacar al país del atolladero en el que se encuentra. O, usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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