La secretaría de hacienda pone focos rojos sobre la deuda de Coahuila
AUGTUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1469 Julio 2 del 2017
La secretaría de hacienda pone focos rojos sobre la deuda de Coahuila y dice que ya no pueden seguir endeudándose. Son una ratas los de hacienda al igual que los Moreira, porque ellos fueron parte culposa del endeudamiento, avalaron un crédito de miles de millones amparado en papeles falsificados. También Banco de México y Peña Nieto son culpables.
Es un hecho que la elección en Coahuila debe repetirse. El PRI va a perder por salud pública y por el desprecio que los ciudadanos le dispensan. Los Moreira tendrán que ser llevados ante la ley y sin duda terminarán en la cárcel, si no en México sí en Texas, porque allá se les busca para que paguen sus culpas de lavado de dinero y narcotráfico. Eso es lo único bueno por el momento.
A qué horas prende los focos rojos hacienda sobre la deuda de Coahuila, cuando ya ve perdido el estado después del fraude electoral del 4 de junio. Esto nos dice que José Antonio Meade Kuribreña y Luis Videgaray –al igual que Peña Nieto- fueron cómplices de Humberto Moreira y después de Rubén su hermano que subió el endeudamiento, de 33 mil millones a 37, 482 millones, luego de haber pagado en este sexenio, más de 18 mil millones, de los que el 93% fueron al pago de intereses y el 7% al capital. Esta permisividad de parte de hacienda con la complicidad de Peña Nieto, es la causa de que Coahuila ahora esté en aprietos, de ahí la urgencia que tenían por no perder las elecciones de junio 4 y el por qué recurrieron a todo tipo de raterías.
De los 33 mil millones de la deuda que dejó Humberto Moreira, de 13 a 14 mil millones fueron a parar a Toluca a manos de Peña Nieto para su campaña electoral. De esto quedan pocas dudas, la única que prevalece es el por qué los Moreira no están aún en la cárcel. Coahuila siempre ha sido víctima del PRI y de los priistas, los podemos ver pavoneándose ellos y sus familias exhibiendo sus riquezas, las que extrajeron fraudulentamente del erario, de la venta de bienes del estado y del tráfico de influencias. No hay ni uno que se salve de la hoguera de la historia, aunque de la cárcel, están a salvo por la impunidad que el PRI ha establecido como la fuerza de su retaguardia. Cuando digo que ninguno se salva, desde Flores Tapia hasta Rubén Moreira pasando por Rogelio Montemayor, el Diablo de las Fuentes y el pinchurriento de Humberto Moreira, me refiero no solo a ellos sino a sus corifeos entre los que destacan alcaldes de Torreón, de Saltillo, Monclova y Piedras Negras quienes gustan al igual que la esposa de Javier Duarte, de merecer la abundancia, aunque esta provenga del hurto y los fraudes propiamente.
Alcaldes, secretarios de gobierno, tesoreros, oficiales mayores y algunos legisladores fueron presa del merecimiento de la abundancia aunque esta fuese producto de raterías. Hoy ellos y sus familias gozan de riquezas mal habidas. Rogelio Montemayor y los Moreira fueron los más ilustres avanzados en todo tipo de trapacerías, siguiéndoles muy de cerca Enrique Martínez y el Diablo de las Fuentes, de Flores Tapia ya para que hablar, fue la punta de lanza de los rateros los que hincaron la uña en el erario desmesuradamente, dejando al estado y a los coahuilense en cueros. Pudieron hacerse de la abundancia que de hecho no merecían, gracias al PRI y a los presidentes de la república de sus tiempos. Ellos, todos ellos, son una bola de sinvergüenzas rateros. A ellos les debemos el que el estado de Coahuila se encuentre en precaria situación.
Después de este rosario de sinvergüenzadas, ¿qué nos queda a los ciudadanos sino es solo el de tragar sapos y soportar? Este sistema de gobierno implantado desde con Salinas hasta con Peña Nieto, no sabe gobernar y sí robar, engañar y vejar sobre todo a las clases más necesitadas. Pero habrá algo que hacer y rápido, porque el tiempo apremia y México al igual que los mexicanos ya no soportan más este tipo de gobiernos. Por lo pronto en Coahuila y a pesar que el INE es cómplice de Peña Nieto y del PRI, el teatrito ya se les cayó porque habrá nueva elecciones y el PRI va a perder porque cuenta con el repudio y desprecio de la mayoría de los coahuilenses.
La resignación es una característica de los débiles, de ahí la ingente necesidad de fortalecernos, empezando por seguir despreciando y repudiando al PRI y a los priistas. Ese es un buen comienzo porque son seres despreciables no solo por rateros sino por ineptos y corruptores. En el 2018 si las cosas se presentan como en el 2016 en que el PRI perdió 7 gubernaturas y en el 2017 que perdió las cuatro en que contendió –aunque pretendan robarse el estado de México que está todavía en veremos-, el PRI por necesidad y salubridad de Estado, tendrá que perder y empezar a diluirse en sus propias miasmas, las que han envenenado el entorno electoral en, y de todos los gobiernos. No hay que cejar en este empeño de echarlos de la cosa pública, porque las ratas eso es lo que merecen. De colofón hay que saber que el artículo constitucional 35 fracción I, ampara al ciudadano en su voto secreto e individual que nos está robando el PRI no a los partidos sino a todos y cada uno de los votamos para escoger a quien administre nuestro bienes y recursos, este artículo es lo sustantivo, y el 73 fracción 29 – U, es lo adjetivo para defender nuestro voto de forma constitucional. ¡No más! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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