Desde sus inicios México ha sido una sociedad en desacuerdo y no porque unos eran liberales y otros conservadores
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1486 Julio 18 del 2017
Desde sus inicios México ha sido una sociedad en desacuerdo y no porque unos eran liberales y otros conservadores sino porque a cada impugnación se le veía como un reto al poder constituido, en sí, toda crítica era percibida por el poder como una confrontación y toda impugnación el poder la ve como una afrenta al poder. Esto sucede aquí y ahora mismo.
Los ciudadanos debemos mantenernos firmes contra el PRI y las resoluciones del INE y del TRIFE cuando estas sean emitidas en contrario de la verdad y la justicia. No es al PAN al que están robando en la elección de Coahuila del 4 de junio, es a nosotros los ciudadanos que somos los mandantes y ellos como mandatarios solo son nuestros empleados a sueldo. ¡Actuemos y ya!
El viernes 14 de julio el INE se atascó ante las impugnaciones hechas porque el PRI rebasó los límites establecidos del gasto de campaña, mostrándonos con ello que la seguridad social, el desarrollo y progreso que los coahuilenses reclaman por medio de la legalidad, se pierden en el laberinto del INE por temor a quedar mal parados ante el PRI y el presidente Peña Nieto. Tres monigotes del INE, Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y Benito Nacif entre otros corifeos del sistema político establecido, juegan con la democracia como si se tratase de jugar con canicas. No se atrevieron ante la impugnación contra las malas artes y las múltiples mañas de Rubén Moreira y de Miguel Riquelme, anular la elección la que de suyo fue un verdadero cochinero.
Estos tres malditos que encabeza Lorenzo Córdova no tuvieron las agallas ni la decencia de hacer lo que de justo se ha reclamado. El Estado mexicano en este sentido ve dicha impugnación como un reto, como una confrontación, indicándonos con eso que ellos son los dueños de las canicas y van a jugar de la forma que a ellos les convenga o que se les pegue la gana. La actitud del INE es ampliamente reprobable porque no es un árbitro sino un mandadero del sistema que gobierna, lo que de hecho representa un reto a la sociedad. Se equivocan rotundamente, la sociedad no va a permitir que un gorila como Miguel Riquelme la gobierne. La sociedad somos los ciudadanos y los mandantes, ellos son apenas los mandatarios, empleados pagados por la sociedad para administrar las instituciones del Estado, para eso es el gobierno, no para adueñarse de la voluntad del pueblo sino para servirle y no servirse de él y de los valores pecuniarios estatales.
No fue una casualidad que el gobierno de Porfirio Díaz se haya sostenido durante treinta años, como tampoco lo es que el PRI se esté sosteniendo en el poder durante más de ocho décadas. La causa de esto está plenamente demostrada, proviene de las marrullerías por asirse de un poder ilegítimo a costa de lo que sea. De ahí deriva que a cada reclamo social se le responda con la tan sobada demagogia, o peor aún, con un silencio sepulcral, intentando que el tiempo eche en el olvido tal reclamo, tal impugnación. Esto no puede sostenerse por más tiempo, la sociedad reclama e impugna todo aquello que es producto de las marrullerías, por ello sostengo la bandera de la legalidad en alto, para que un pelafustán predestinado a tapar las trapacería de Humberto y Rubén Moreira, como es Miguel Riquelme, no sea nuestro gobernador.
El gobierno de México, deben de dejar de ser una caterva de ladrones e ineptos, la sociedad lo pide y reclama y va a ser oída por medio de la legalidad o por las armas, ¿eso es lo que quieren?
Nunca en la historia de México hubo más motivos como los que ahora hay que afrontar y para sacar a estos maleantes de la cosa pública. No podemos seguir permitiendo que la canalla siga siendo la que administre nuestras instituciones desde un gobierno totalmente podrido. La actitud del gobierno de Peña Nieto nos allegó al paroxismo, los límites de la prudencia se han agotado y los de la tolerancia se han desbordado. Nosotros, la sociedad somos y seremos quienes escojamos a los hombres que han de gobernarnos administrando honesta y capazmente nuestras instituciones. El tiempo de los canallas se ha terminado cuando menos en Coahuila, ya verán los ciudadanos de otros estados la forma de sacudirse estas alimañas priistas.
Ahora nuestra tarea no será solo la de impugnar a los Moreira y a su sirviente tapadera que quieren imponernos como gobernador. Nuestra actitud ante el INE y el PRI, deberá de ser igual o más firme. Así como sacamos a los Moreira del juego electoral, la siguiente tarea es sacar al PRI de la cosa pública, ya es mucho el daño que nos hace esta canalla de malhechores. No debe de ser muy difícil desembarazarnos del PRI, empecemos con repudiarlos, despreciarlos, metiéndonos en la cabeza que ellos son –por el lado que lo quieras ver- nuestros enemigos jurados. Nuestras quejas, denuncias e impugnaciones contra los fraudes electorales de parte de esta partida de malandros que tuercen las verdades y las leyes para continuar por todo el tiempo que se les antoja, deben ser valladares que eviten que nos sigan engañando, robando nuestra voluntad y burlando nuestra Carta Magna. Pongámosle un hasta aquí a esta banda de delincuentes. ¡Ya basta! Hay que actuar en ese sentido. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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