martes, 23 de febrero de 2016

Se cumplen 10 años de lo de Pasta de Conchos y 20 de San Andrés Larrainzar

Se cumplen 10 años de lo de Pasta de Conchos y 20 de San Andrés Larrainzar


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO    Dossier ahpd   913     febrero 18 de 2016

10 años ya de la tragedia en la mina Pasta de Conchos en Sabinas, Coahuila y la justicia no llega ni lo hará. Germán Larrea, el dueño de la mina, es más importante para México que 65 mineros muertos y 63 insepultos que permanecen sin ser rescatados. Ya también 20 años de los Acuerdos de San Andrés Larrainzar, incumplidos por cierto. Y… ¿A qué vino el Papa Francisco? 
Mañana 19 de Febrero se cumplen 10 años de la tragedia de la mina Pasta de Conchos en Sabinas, Coahuila, y siguen allí 63 de los 65 mineros fallecidos por el crimen industrial perpetrado por la empresa Grupo México, propiedad de Germán Larrea Mota Velazco, el hombre más rico de México después de Carlos Slim. Esta tragedia pudo evitarse si Germán Larrea hubiese cumplido los requerimientos de seguridad necesarios en esa mina, en donde siguen insepultos 63 cuerpos de sus trabajadores, los que no fueron rescatados por el contubernio existente entre el secretario del trabajo bajo la orden de Vicente Fox y el responsable del crimen industrial Germán Larrea. 
10 años sin justicia en este caso. Ya pasaron tres presidentes de la república y aún no se les hace justicia ya no a los muertos que bien muertos están sino a sus familiares. Además no olvidemos que el tristemente recordado con no poco odio y resentimiento  el ex gobernador Humberto Moreira, en su momento pretendió hacerse el justo y machito al decir que él se encargaría del rescate de los cuerpos. Todo quedó en habladas bravuconas porque el PRI que es la escuela de maleantes más connotada de México, “le recomendó” que no hiciese nada y así enjaretar la responsabilidad al gobierno de Vicente Fox y sacar raja política de dicha tragedia, cuestión que no le funcionó y los 63 cuerpos inertes siguen allí en Pasta de Conchos en donde convergen el valemadrismo de Germán Larrea y la injusticia y corrupción del gobierno federal. 
Antes de ayer, el día 16 de febrero, se conmemoran 20 años de la firma de Los Acuerdos de San Andrés Larrainzar, Chiapas que firmaron el gobierno federal y el EZLN el día 16 de febrero de 1996. Son los primeros acuerdos sobre derechos indígenas en México. Estos acuerdos habrían pasado a la historia si el gobierno federal mexicano hubiera cumplido con lo pactado con los pueblos indígenas representados en la mesa de negociación por el EZLN (ejército Zapatista de Liberación Nacional) y sus asesores, entre ellos académicos e intelectuales de reconocido prestigio identificados con las demandas de los pueblos indios, sin embargo, hoy esos acuerdos son más conocidos internacionalmente por su falta de cumplimiento –de parte del gobierno federal-  que en nuestro país. Este asunto demuestra que no hay voluntad por razones específicas. 
Dichas razones son, sin un ápice de dudas, que la oligarquía de la mano de empresas extranjeras mineras radicadas en México no ha terminado de expoliar sus tierras y aún se espera que este binomio de intereses coludido con el gobierno federal continúe despojándolos de sus parcelas, y con ello seguir dejando en el desamparo a los pueblos originales, tal y como lo empezaron a hacer los españoles después de la conquista. El perdón que el Papa Francisco les pide en Chiapas no es de parte solo de la iglesia que fue el instrumento determinante de la brutal conquista, también es de parte de quienes en nombre de la plutocracia, trajeron al Papa Francisco a Chiapas.  
La iglesia y el Papa que es su máxima autoridad, en México y para México no son parte de las soluciones de nuestros problemas y sí en gran parte, las causas. Particularmente a este gobierno, el de Peña Nieto, se le ha complicado todo, todos los índices van a la baja y eso es lo mismo que entender que “el engrudo se le está haciendo bolas” y de ahí que hayan traído al Papa y lo hayan controlado al grado de no dejarlo tocar puntos sustanciales; el de la pederastia de los curas con cargo a su iglesia, y el de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. El Papa sí habló de estos dos asuntos pero hasta que se vio arriba del avión que lo trasladaría a Roma de regreso. Su discurso ante la prensa en el avión, equivale a un discurso banquetero que deja una indeleble huella de que el Papa es un collón, incongruente y contradictorio entre lo que aparenta, dice y hace. Habla de misericordia, de perdón de caridad y reivindicación social, sin embargo complace al poder con su silencio, consiente a la oligarquía y les da atole con el dedo a los fieles católicos. Esta última es la única lectura que tuvo su visita a México. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?  
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com 

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