Peña Nieto cocina en lo oscurito nuevas normas laborales benéficas al patrón
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 895 enero 24 de 2016
Nuevas normas laborales se están llevando a cabo en Los Pinos y en Palacio Nacional para enviarlas como iniciativa de Ley a San Lázaro y de ahí legalizar otra forma de explotar a los trabajadores, de expoliar los recursos humanos del país, de minimizar –en apariencia- la tragedia que sufre el pueblo por tener la desgracia de que una caterva de inútiles, ineptos y sinvergüenzas los gobiernen.
Estos cambios responden –dice Peña Nieto- “a que hay que llevar a cabo las reformas necesarias para engrandecer a México con este sistema que se rija sobre los principios de legalidad, transparencia, rendición de cuentas, imparcialidad, equidad y eficiencia”. O sea –según Peña Nieto- ¿qué hay necesidad de cambiar las normas laborales dentro del marco constitucional para engrandecer a México? ¡Si no echa esta revienta!... Nada en México, legal e ilegalmente se hace para beneficio de los trabajadores, empezando por el salario mínimo que no es más que una forma de darle apariencia de legalidad a la esclavitud, además que es totalmente violatorio de nuestra Carta Magna por que no cubre ni el 33% de las necesidades del trabajador.
El Consejo Jurídico de la Presidencia ha invitado a 14 miembros del ámbito laboral para diseñar y elaborar una iniciativa de ley del sistema de justicia laboral para ser presentada en el periodo legislativo que inicia en febrero próximo. La intención real, la verdadera causa de esta iniciativa es no trastocar el control del ejecutivo federal y de los locales sobre las juntas de Conciliación y Arbitraje y el poder de decisión sobre los contratos colectivos de protección patronal. Esto nos lleva a dudar del gobierno, a desconfiar de Peña Nieto y de todas sus iniciativas de ley y sus reformas. ¿Cómo creer en este gobierno que cobija a pillos como Humberto Y Rubén Moreira?
Todo lo que hace este gobierno, lo que ha hecho y hará, no nos quepa la menor duda, es y será para favorecer a los patrones y ello, sin temor a equivocarme, es lo que nos ha llevado a este estado de cosas que han empobrecido a más de la mitad de los mexicanos, cosa exasperante porque han proliferado los grupos disidentes que no han encontrado ninguna salida viable a esta condición de miseria de una manera pacífica, y sin embargo nadie en el gabinete de Peña Nieto, incluyendo al propio presidente, hacen ni lo mínimo necesario para apaciguar ya no solo la inconformidad del pueblo sino la ira y el encono contra todas y cada una de las instancias e instituciones gubernamentales. Preguntémonos: ¿A dónde vamos?
¿No se percatará Peña Nieto y la gente que lo apuntaló en la presidencia que el pueblo ya no los soporta? Pongamos solo un ejemplo, el de Humberto Moreira, quien es sabido con hechos que es un pillo que ha llevado a la quiebra a Coahuila, y sin embargo el partido del presidente lo ha encubierto de todas sus trapacerías, ahora resulta que el “angelito” es inocente y que todo de lo que se le acusa es falso porque él fue engañado por los funcionarios que él dejó en los cargos más importantes, como lo son la secretaría de finanzas de Coahuila y la del gobernador interino, Jorge Torres, quienes son delincuentes según las autoridades de EEUU, y sin embargo, aquí en México en donde delinquieron, la procuraduría los exonera y nadie les sigue la huella de sus raterías, burlando, zahiriendo y escupiendo sobre los más caros sentimientos del pueblo.
Por otro lado vemos que Rubén Moreira, hermano del ratero, se ha dedicado por más de cuatro años a encubrirlo, y a seguir robando y engañando –con la venia del gobierno federal- a la ciudadanía. Todo en este gobierno está podrido y emana olores fétidos, y a pesar de ello ningún político o miembro del gobierno lo huele porque ello es benéfico para sus intereses. Con todo y esto Peña Nieto ahora, luego de tantas reformas fallidas que ha llevado a cabo de nuestra Constitución, pretende continuar reformando leyes, ahora laborales en contra de los trabajadores, como si la tarea de gobernar se tratase de robar y vejar a los pobres para beneficiar a los que más tienen, de ahí que en Febrero y en lo oscurito, llevará a cabo cambios “legales” para joder más a los trabajadores, pretextando que lo hace para que “rijan los principios de legalidad, transparencia, rendición de cuentas, imparcialidad, equidad y eficiencia”. ¡Qué poca madre! O, ¿usted apreciable lector, qué opina?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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