Jesús Murillo Karam debe irse ya de la PGR; lo dice Ciro Gómez Leyva
Dossier ahpd 653 enero 30 de 2015
Periodistas de la mayoría de los medios de comunicación y no pocos analistas políticos, con sus comentarios a modo, intentan darle una salida “aceptable” al problema que se cierne sobre Peña Nieto, derivado del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. La única salida, considero, sería que tanto la PGR como el ejército, asuman cierta responsabilidad y culpa compartidas.
El Periodista de MILENIO Ciro Gómez Leyva, haciendo honor a su estilo zalamero ante los poderosos, sean estos empresarios, políticos o funcionarios públicos, en su columna del 30 de enero ha dicho que al Procurador Murillo Karam ya le llegó el tiempo de retirarse de la PGR, con la satisfacción de haber cumplido plenamente con su deber. La realidad es que Murillo Karam ya debería de haberse ido de la Procuraduría General de la República por su incapacidad, ineptitud y poco tino para resolver un problema que se ha complicado enormemente debido a que tanto la PGR como el ejército y los medios afines al gobierno, sin éxito, han intentado eludir y evadir la responsabilidad del ejército y de la policía federal en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Es un hecho que los 43 están muertos, lo que no es creíble que unos policías los hayan entregado a una banda de malhechores para que los desaparecieran y que estos, encabezados por un malandrín apodado El Cepillo, los hayan asesinado porque –dizque- los confundieron con miembros de una pandilla contraria a ellos. Este cuento no lo creería ni la abuelita de Murillo Karam. Este asunto sumado al fusilamiento de 22 personas en Tlatlaya, estado de México, por el ejército mexicano, tienen a Peña Nieto en un callejón sin salida aparente. Salidas hay y muchas, pero todas ellas tienen que explicarse de tal forma que sean creíbles. ¿Por qué el ejército no asume su culpa en lo de Tlatlaya y en lo de Iguala/Ayotzinapa?
El ejército no asume su responsabilidad, y Peña Nieto tampoco, debido probablemente a una reflexión del analista político, lagunero por cierto y radicado en México, Jorge Camil Garza, quien se cuestiona: ¿Podemos decir que con el general Salvador Cienfuegos hemos regresado al patrón de la guerra sucia? Jorge Camillo piensa y lo dice: “Que la aparición del Cepillo, el hombre que se responsabiliza a sí mismo de la muerte de 15 solamente-porque cuando se los llevaron los demás ya se habían muerto por asfixia- puso en entredicho o en peligro la relación del general Cienfuegos con Enrique Peña Nieto.” Porque es un hecho –lo dice Jorge Camil- que el presidente y el general Cienfuegos han dado muestras de mirar este problema con óptica un tanto diferente.
Personalmente no creo que lo dicho por Jorge Camil sea lo acertado. El general Cienfuegos y Peña Nieto, no una sino infinidad de veces, han asumido este asunto como algo muy desgraciado, en lo que ambos –según ellos- no tienen responsabilidad o culpa, cosa que dista mucho incluso de “La Verdad Histórica” que como guacamaya dice y repite Jesús Murillo Karam. El ejército tiene en iguala un contingente de 600 soldados de los cuales, muchos de ellos, inclusive su jefe, estuvieron enterados del problema desde un inicio, así que no puede zafarse al ejército de su responsabilidad en este caso, ni tampoco Peña Nieto, porque La SEGOB tiene un representante en Iguala y un agente especial del CISEN especializado en asuntos relacionados con la Normal de Ayotzinapa.
La cuestión es que al intentar deslindar a la PGR y al ejército de ciertas responsabilidades en este espinoso caso, la presidencia de la república y el propio presidente, han perdido credibilidad en grado sumo ante los mexicanos y ante la internacionalidad. Incluso, el hecho de evadir responsabilidades y culpas oficiales han llevado al extremo a no pocos mexicanos a considerar al presidente Peña Nieto y a la institución que representa, como algo que no son dignos de respeto, y por más vueltas que le den a este asunto, alguien tiene que asumir, que tanto lo de Tlatlaya como lo de Ayotzinapa, son crímenes de Estado. Y, si las conclusiones oficiales no son aceptables por la mayoría, ya no solo será suficiente que Murillo Karam deje la PGR por inepto, otros tendrán que abandonar sus puestos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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