A ocho años del crimen industrial de Pasta de Conchos, suplico al señor Presidente...

Carta abierta del presidente Peña Nieto

Febrero 18 del 2014

Con todo el respeto que alguien con su investidura tiene y debe tener de parte de sus gobernados, le pregunto: ¿No cree usted que es una vergüenza nacional el caso del crimen industrial en la mina coahuilense, Pasta de Conchos?... ¿no piensa acaso que usted, como imagen que es de nuestro país ante otros mandatarios, debe tenerla  límpida y congruente con lo que dice, comparándolo con lo que hace?... ¿Cree o no que es menester rescatar los cuerpos de los mineros, los que luego de ocho años permanecen insepultos, cristianamente como es la fe de ellos y sus familiares?... ¿No se ha puesto a pensar que el respeto que usted se merece y que del pueblo emane hacia su persona tiene que ser equiparable con el que usted le tenga y dispense al pueblo? Por lo mismo le cuestiono, esperando ver en usted alguien congruente con sus obligaciones ciudadanas a, y en este respecto: ¿Se van a rescatar los cuerpos o permanecerán ahí hasta la posteridad?

Algo tiene y debe hacer usted señor Presidente, su imagen y la de nuestro país están en entredicho por este asunto. Alguien tiene que sacar la cara por los sin voz y por aquellos que sus fuerzas personales o de grupo no les alcanzan para recibir la justicia como se la merecen. Yo lo invito a que sea congruente con sus discursos y sus acciones, y que este asunto quede zanjado, tanto en las indemnizaciones a los deudos como en la recuperación de esos cuerpos inertes que permanecen ahí, sólo por la irresponsabilidad y falta de previsión industrial de sus patrones como de las autoridades competentes, federales, estatales y del municipio en donde permanecen insepultos.

Si Fox y Calderón no hicieron nada por estos cuerpos ni por sus familias en cuanto a justicia se refiere, usted no eche en saco roto este asunto porque su imagen y la de nuestro país, se ven mal ante los ojos del mundo, se ven como girones de trapos sucios y malolientes. Si Francisco Javier Salazar Sáenz, Carlos Abascal, Javier Lozano Alarcón, Rosalinda Vélez Juárez y hoy, Alfonso Navarrete Prida, no supieron, en su tiempo unos y en el actual que corre el otro, que es justicia y equidad, que no quede en usted la pusilanimidad; no nos conviene ni a usted, ni al país y menos al pueblo de México, ¿o somos acaso unos desheredados de la justicia? No lo creo, haga algo y ya, se lo pido encarecidamente, su imagen es –nos guste o no- la nuestra, no nos manche, no nos afecte ni nos ponga el tilde de irresponsables, se lo ruego.

Cinco procuradores y siete secretarios de gobernación no fueron suficientes para encontrar la justicia, por ello recurro a su persona, pensando que si usted estima en lo que vale su investidura y lo que el pueblo merece, inmediatamente por conveniencia nacional, actuará en consecuencia rescatando a mis hermanos coahuilenses y mexicanos.

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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