Por qué no proceden las reformas

            Por qué no proceden las reformas    

  Dossier ahpd 6                                                               6 de agosto de 2013                                                                                                                                                                                       

Las reformas que pretenden PRI y PAN a nuestra Constitución son para legalizar los actos anticonstitucionales perpetrados por ambos partidos; de hecho son contra reformas.

Las reformas que pretende Peña Nieto no obedecen a las necesidades del país, se hacen con el fin específico de mejorar las condiciones fiscales y financieras del Estado Mexicano que se encuentra en franca quiebra moral, financiera y social, inducida por la corrupción y la impunidad. Ninguna de las reformas -las que en suma son contra reformas- se necesitan, comenzando por la fiscal. ¿Cómo es posible reformar la cuestión fiscal con cargo a la población de menores recursos cuando a la clase dominante y rica se le hacen todo tipo de concesiones? Me explico: Por ejemplo… el 10% de la población que representa a la clase rica, dueños de grandes empresas, y las trasnacionales representadas en México por socios mexicanos, son dueños del 62% de la riqueza del país, pagan el 27% de los ingresos de la Secretaría de Hacienda; mientras el 38% de los ingresos proviene del 70% de la clase más pobre, los que sólo tienen el 19% de las riquezas nacionales. Lo que hay que hacer es respetar y plegarse a la Constitución.

El 20% de la población –clase media baja y alta sumando a los riquillos- tiene en su poder el otro 19% de las riquezas nacionales. Al cobrárseles a todos los causantes de IVA lo inherente a medicinas y alimentos, a los ricos en nada se afectará; las clases medias lo soportarán porque son el segmento humano que vive con el temor de caer en la pobreza y la esperanza de ser ricos; esta clase socioeconómica luchará y se esforzará por no caer en pobreza y para alcanzar la riqueza, esa ha sido siempre su lucha, sueño y destino. Por su parte a los pobres, con el cobro del IVA en alimentos y medicinas, lo más seguro es que desciendan a la miseria o a la pobreza extrema como se le dice a quienes padecen hambre; ellos no tienen esperanza de nada, y de eso se trata la reforma, de crecer el segmento de pobres, para utilizar su vulnerabilidad como puntal del sistema político corrupto que tanto han aprovechado los partidos PRI, PAN y el PRD de los Chuchos.

Las otras reformas, la energética y de la educación… ¿para qué sirven? La energética sólo para legalizar todas las operaciones anticonstitucionales que ya se llevan a cabo y que han entregado a la iniciativa privada –a los ricos- y a las trasnacionales, el segmento más jugoso de la riqueza nacional; así, los ricos serán más ricos y los pobres. ¡Bueno!... esos que se vayan al carajo. La reforma de eso se trata. La reforma educativa pretende en cambio, que los maestros sean robots que enseñen a los alumnos materias que sólo sirvan para servir al patrón. Un ejemplo lo tenemos en Torreón, Rubén Moreira recientemente inauguró un edificio en la UTT (Universidad Tecnológica de Torreón) en el que se impartirán materias tendientes a desarrollar “ingenieros” especializados para servir a los peores empresarios de México, a Alberto Bailleres de PEÑOLES y a los Autrey/Ancira y asociados, de Altos Hornos (Moreira lo dijo), además a esta universidad que es particular, Rubén Moreira le otorgó millones de pesos que son del pueblo, para llevar a cabo la construcción de dicho edificio, o sea, que usó el dinero que es de todos, para beneficiar a tres familias de pésimos mexicanos, los Ancira, Autrey y Bailleres, así las cosas.

Lo que México y los mexicanos deberíamos reformar es a la clase política y empresarial, un binomio de malandrines que se han cebado en los más pobres y han encontrado un filón de oro en hacer de nuestro país -que es un país rico en recursos- una nación de miserables que sobrevivan con unos cuantos mendrugos que los malos patrones les echan por el suelo, y para que en esas condiciones de pobreza, políticos y funcionarios públicos coopten de ellos su voto y voluntad, cada vez que por “ley” hay que renovar a la runfla de inútiles que nos gobierna, y a sus cómplices, los diputados y senadores, una suerte de seudo representantes del pueblo, los que en la praxis sólo representan a sus propios intereses y a los de la clase privilegiada del país, a ese 10% de ciudadanos que poseen el 62% de la riqueza nacional. O ¿usted qué opina apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. 312 29 67 – E-mail ah.pd@hotmail.com