Al mexicano común y corriente le es muy difícil creer en Enrique Peña Nieto
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 890 enero 17 de 2016
México de plácemes con la detención de Humberto Moreira en España, sin embargo Peña Nieto y todos los de su pandilla nadan de a muertito, como recién recomendó Peña Nieto a alcaldes que no lo hicieran. Por lo pronto Rubén Moreira por vergüenza o desvergüenza debe pedir licencia para que el caso se investigue sin los obstáculos que él ha puesto desde hace 4 años.
Muchas son las razones para no creer, para no confiar e incluso para mal querer a Peña Nieto porque muy larga es su historia de desatinos, informalidades, corruptelas, colusiones con lo peor de México, y muy corta la lista de acciones favorables al pueblo, sobre todo a los que menos tienen porque hacia los ricos y poderosos siempre se ha portado sumiso, solícito y servicial. La detención en España de Humberto Moreira Valdés principal aportador de apoyo económico a la campaña de Peña Nieto en el 2012 y con dinero extraído del erario estatal de Coahuila y el mutis de todos y cada uno de los funcionarios priístas de las tres órdenes de gobierno, nos marcan una línea de huecos de ilegalidad entre la justicia y la injusticia, entre la equidad y el abuso, entre la legalidad, la legitimidad y la impunidad, porque resulta que en México nadie le sigue la huella delictiva a un delincuente de altos vuelos como lo es Humberto Moreira.
En estos momentos los tres Poderes de la Unión aunque en la praxis concentrados en el ejecutivo, deberían, lo menos, obligar a Rubén Moreira, gobernador de Coahuila y hermano de Humberto Moreira, a pedir licencia mientras se llevan a cabo investigaciones pertinentes que en EEUU y España ya se han hecho sobre él y su delictiva existencia. Por un juez español nos enteramos que en México no se le sigue ninguna investigación de parte de nadie de nuestro gobierno, diciéndonos con esto que nuestro gobierno considera a Humberto Moreira su cómplice y parte consustancial del poder gubernamental que radica en la persona de Peña Nieto como presidente y esto, nos lleva por lógica a desconfiar de Peña Nieto e incluso a malquererlo, y no es por lo único, también están los casos de La Casa Blanca, los 43 de Ayotzinapa, lo de Tlatlaya y muchos más.
Veamos que dicen de Peña Nieto José Agustín Ortiz Pinchetti, un político que lo conoce más y mejor que mis lectores y yo: “Desde el primer día de su mandato, EPN ha usado la mentira, la confusión, la media verdad y la contradicción. Apoyado en un complejo de medios alimentado por miles de millones de pesos. Pero somos más avispados de lo que ellos se imaginan y estamos aprendiendo a identificar la falsificación. En la vida de cada día nos damos cuenta de que el desempeño del gobierno es cada día peor”.
“Hace unas cuantas horas la policía anticorrupción de España detuvo a Humberto Moreira ex gobernador de Coahuila, ex presidente del PRI, Aliado de Peña Nieto y uno de los mayores contribuyentes a su campaña. Los cargos: Lavado de dinero, malversación y asociación criminal. A pesar que dejó en bancarrota a Coahuila y sus latrocinios y abusos fueron evidentes, en México nadie lo investigó, nadie le formuló cargos, nadie, nadie lo molestó. Vivió impune en Cuernavaca y luego se fue a España hacer estudios de grado con los ahorros que logró “trabajando” como profesor de la Secretaría de Educación Pública”.
“En uno de sus tantos viajes fue arrestado en Madrid y no a petición del gobierno de México sino de un juez de Texas. La causa se engrosó con delitos cometidos en España. Todos estamos seguros de que el gobierno encubrió a Moreira. ¿Cómo después de un hecho de esa dimensión Peña Nieto pueda aspirar a ganar la confianza pública? Conforme avance el tiempo que le queda al sexenio, la desconfianza tenderá a crecer inevitablemente: Las consecuencias son de pronóstico reservado”. Para los laguneros todos, la detención de Humberto Moreira es motivo de alegría y esperanza; alegría porque alguien, aunque sean españoles o estadounidenses, están haciendo justicia en nombre nuestro, y esperanza, porque con este escándalo damos por hecho que Rubén Moreira ya no tiene ni dónde meter la cara de vergüenza o desvergüenza –como usted quiera verlo- y tampoco podrá imponer a su chalán el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, como candidato a la gubernatura, y eso, créamelo, ya es mucha ganancia y regocijo para los laguneros. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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