lunes, 24 de febrero de 2014

Riquelme, si quisiera mejorar el centro, debiera revisar el impacto urbano de los centros comerciales para volverlo competitivo

El Impacto urbano de los centros comerciales


Enero 22 del 2014
Riquelme, como Olmos, no sabe qué hacer por el Centro Histórico; nada puede hacer: Si algo hace, es con el fin de que quede dinero para algunos bolsillos, y si no, debe tomar estas consideraciones
Cada vez que se inaugura un centro comercial (Shoping Center) en la periferia de cualquier ciudad del mundo, los centros históricos, tradicionales puntos más activos del comercio, se ven afectados, y de ahí que ahora se luche por adecuar esos centros históricos a nuevas circunstancias para no dejarlo morir. Torreón no es ajeno a este fenómeno y por lo mismo sostengo que la autoridad municipal anda dando palos de ciego para embellecer nuestro centro histórico, tirando, mal gastando, derrochando dinero en planes de desarrollo que para lo único que han servido –en Torreón- es para que políticos y funcionarios públicos desvíen dinero del erario, muchas de las veces para sus bolsillos, este es el caso aquí.
Mi trabajo, hace 51 años –cuando vine a vivir acá–, fue el de impulsar la apertura de centros comerciales, y de modernizar las tiendas ya existentes, con un método que era denominado MMM (Métodos Mercantiles Modernos) para adecuar al comercio al autoservicio. No hay que olvidar que los negocios más importantes, en el comercio de Torreón, eran: Soriana, Fabricas Unidas, Roizer, Ciudad de París, El Puerto de Liverpool, La Popular, Casa Espejo, La Suiza y Casa Buchenau entre otros. De esos, como operaban, ya no existe ninguno que no se haya adecuado al citado método MMM. De hecho, el único negocio que prevalece en el mercado y que ha crecido enormemente a nivel nacional, e internacional, es Grupo SORIANA porque los señores Francisco y Armando Martín Borque optaron por adecuarse a la modernidad, abriendo su primera tienda o centro comercial, en la avenida Hidalgo y Ramos Arizpe. De ahí, hace 44 años a la fecha, el Grupo SORIANA cuenta con más de 400 establecimientos por todo lo ancho y largo de la república.
Este Boom mercantil nace en México en noviembre de 1962 en la ciudad de México; la primera fue la tienda  Gigante, en Mixcoac, D. F. –propiedad del señor  Ángel Lozada asociado con el señor Del Cerro y Pepe González Nova–  que, acogiéndose al método MMM impulsado por NCR (The National Cash Register Co.), logró posicionarse como el primer negocio en México que dentro de su instalación tenía abarrotes, artículos para el hogar, tortillería, carnicería, frutas y verduras, farmacia, vinatería, algo de ferretería y pinturas, zapatería, juguetería, panadería, ropa, línea blanca y alimentos elaborados, entre otros servicios.
Posteriormente, el señor Lozada se quedó solo en Gigante. Otros negocios siguieron ese método: en Monclova y Rosita Coahuila, Alfredo Arteaga; en Chihuahua, Polo Mares; Jalisco, los hermanos Hemuda; Veracruz, Toño Chedraui;  el Distrito Federal, Carlos González Nova, Jacobo Tarrab y Jerónimo Arango; en Sinaloa, el señor Ley y en La Laguna, Francisco y Armando Martín Borque. El modelo que acoplaron fue el de las tiendas HEB del sur de EEUU, pero aún hoy, 51 años después, ni uno de ellos ha logrado la perfección del sistema de mercadeo de HEB.
Conforme estos negocios –Centros Comerciales- proliferaban, otros de menor rango sucumbían a la competencia y cerraban o simplemente se conformaban con mantenerse en un nivel menor. Mientras tanto, los centros urbanos, agobiados y abandonados además debido a la explosión demográfica, perdían su empuje pues estos grandes almacenes resultaron una dura competencia que fue estableciéndose en las periferias de las ciudades y dio como resultado una reconformación urbana, que atrajo muchos pequeños negocios de otros rubros y los centros históricos fueron muriendo, aunque no del todo.
Ejemplos hay en todo México pero, para no ir lejos, tomemos el de Torreón: con Las Galerías de Liverpool y Sears, Cuatro Caminos de Cimaco e Inter Mall, se desvían del centro histórico miles de clientes potenciales diariamente, porque cuentan con gigantescos estacionamientos, clima y vigilancia, servicios y pavimentos o pisos cómodos y agradables, 50 salas de cine, más de cien tiendas, restaurantes y cafés, bancos y otros negocios, arrebatándole al centro histórico esa clientela, la que ya muy poco tiene necesidad de ir al centro de la ciudad.
Otro tipo de negocios, las tiendas de conveniencia (OXXO y Seven Eleven) acabaron con las tienditas de la esquina y misceláneas, vinateras y cervecerías de todos los barrios, y hoy, por la competencia que no mengua, están acabando con las cenadurías y pequeñas fondas, pues venden alimentos preparados –comida rápida- de manera más salubre y a mejores precios, dejando centenares de esquinas desocupadas y miles de familias sin trabajo. El MMM (Método Mercantil Moderno) atrajo el gran comercio de autoservicio, que colaboró a que los centros históricos de nuestras ciudades, prácticamente, estén desolados pues las autoridades fallaron en adecuar a estas nuevas necesidades el funcionamiento, crecimiento y desarrollo de las urbes o en llevar a la viabilidad los planes urbanos especializados. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mailah.pd@hotmail.com

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