lunes, 24 de febrero de 2014

Riquelme promete que ya no habrá mordidas: Demagogia barata.

Riquelme promete que ya no habrá mordidas


Enero 6 del 2014
Las mordidas, en Torreón, seguirán a la orden del día porque tienen una madre abnegada que las ampara, protege y solapa: se llama IMPUNIDAD, señor Riquelme. Mejor diga algo creíble.
¿Que no habrá mordidas?... pues en qué mundo vive Miguel Ángel Riquelme; la mordida es en México una institución que abarca desde la presidencia y a los gobernadores hasta los agentes de vialidad, policías e inspectores de mercados. ¿A qué gobernante se le ocurre atentar contra la sacra mordida? Sólo a Riquelme; que no nos cuente las muelas, que no nos engañe, que no nos venga con declaraciones demagógicas que sólo enturbiarán más su triste imagen. Para llegar a la alcaldía se compraron entre 29 mil y 35 mil votos a la gente de abajo. ¿No son acaso esas compras de sufragios la más vil de las mordidas? El PRI y el propio Riquelme han sido beneficiados con la mordida, ¿la va a desaparecer? ¡Qué tontería!
Dijo que ahora sí los agentes de vialidad servirán a la ciudadanía, y que no se servirán de ella, ¡no vaya a ser! La mordida, como todas las malas acciones de la función pública, se deben combatir de la cabeza a los pies y no al revés. Se compraron 25 patrullas para dotar de mejor equipo al departamento de vialidad, ¿no hubo acaso una mordida de parte del vendedor beneficiando al comprador en lo personal? He hablado con algunos distribuidores de autos y ellos me aseguran que no hay ni una operación entre el gobierno –de los tres niveles- y las automotrices que no esté “bendecida” con algún tipo de componenda, lo que es igual que la mordida. Primero, el señor Riquelme debe de publicar –para que la ciudadanía se entere- cuántas unidades compró, de qué marca, a quién y a qué costo cada una, y así podríamos determinar si hubo mordida o no.
¿Qué poderes mágicos revisten a Riquelme para terminar con una fofa declaración, y de un plumazo, la institución gubernamental más generalizada entre todos los funcionarios públicos? ¡Ninguna!... ¿por qué habríamos de creerle? Mejor que se ponga a trabajar y aclare todas las trapacerías del alcalde Eduardo Olmos, si no, que mejor se quede callado y que no gaste saliva en intentar engañar a los habitantes de Torreón: calladito se vería mejor. Él, los Moreira y la mayoría de los funcionarios públicos de cualquier nivel, provienen de la cultura de la mordida. Esta insulsa declaración, me parece, es lo mismo que escupir hacia arriba. Mejor le digo, como simple sugerencia, que trabaje y aclare lo de SIMAS, lo de los cientos de aviadores, los fraudes en la compra de terrenos y fincas para la placita mayor, para el estacionamiento y la propia presidencia municipal, y luego hablamos. Él y cien mil funcionarios públicos, juntos, para empezar, no tienen el poder de acabar con esta infausta costumbre, y menos la voluntad.
Ya hubo un alcalde que dijo: “Di no a la mordida” ¿y en que paró? En que las mordidas se generalizaron más, no sólo en el departamento de vialidad que es el lado más visible de la corrupción, sino en la tesorería, la secretaría, el departamento de alcoholes, obras públicas, SIMAS y en los otros departamentos. Estoy de acuerdo que toda acción de gobierno puede mejorarse; que todo lo malo puede evitarse y que aún lo bueno es perfectible, pero no se empieza por abajo. ¿Acaso las escaleras se barren de abajo hacia arriba? Es lo mismo, señor Riquelme, no nos tome el pelo, no se burle de la gente, póngase a trabajar según sus capacidades, que no son muchas según su trayectoria conocida, y con ello nos daremos por bien servidos; lo de la mordida déjelo a los ciudadanos mientras los gobernados, por su comodidad o porque la autoridad es proclive a extorsionar y a amenazar, prefieren dar la mordida que pasar un viacrucis para pagar la multa y recuperar su licencia o sus placas. Esto no se acaba, además, los agentes tienen que morder porque sus jefes les exigen cuotas muchas veces arriba de las posibilidades del agente, de ahí que el ciudadano no quiere saber nada de la autoridad: simplemente la compra porque es barata y vulgar, porque no tiene nada que perder, ni vergüenza. Sabedores que la corrupción son todos, y que sin ella, el tipo de gobierno que usted representa, no tendría sustento. No porque eso le dijo Miguel de la Madrid a la señora Aristegui, lo sostengo, sino porque es la más cruda realidad y punto. O, ¿usted qué opina, apreciable lector? 
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mailah.pd@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de las coaliciones.

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de...